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Rivero aboga por una segunda transición para superar la crisis institucional

EFE | Las Palmas de Gran Canaria

El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, ha defendido hoy la apertura de un proceso parecido al de la transición, para volver a los tiempos en los que se impuso la generosidad entre los partidos y los agentes económicos y sociales para superar la crisis institucional.

Con motivo de la conferencia que ha ofrecido en el Foro de Cinco Días, Rivero ha recordado que los Pactos de la Moncloa dieron estabilidad al país y marcaron una hoja de ruta, por lo que ha defendido la necesidad de abrir un proceso similar porque la situación de España «va a ir a peor, aunque Canarias va a ir a mejor».

En la península va a seguir creciendo el paro y en una sociedad con seis millones de parados es difícil tener equilibrio, por lo que ha insistido en que es preciso abrir un proceso de diálogo y entendimiento, «que no es nada fácil».

Ha reiterado que el país está fracturado desde los atentados del 11 de marzo de 2004, que marcaron un antes y un después en las relaciones entre los dos partidos mayoritarios, el PP y el PSOE, que no se ha superado.

Rivero, que presidió en el Congreso la comisión de investigación parlamentaria de los atentados del 11 de marzo, ha comentado que todo lo que ocurrió en torno a las 72 horas posteriores «ha hecho que se produzca un deterioro y desconfianza en las relaciones partidarias, que no se ha superado».

Por ello, ha considerado que es muy importante pasar página y abrir un nuevo capítulo de diálogo, reflexión y generosidad para fijar unas reglas de juego, y apostar por las cuestiones que unen y dejar al margen las que suscitan diferencias.

Según Rivero, es necesario el diálogo porque la economía se verá afectada por las tensiones territoriales que se están produciendo y por la crisis de credibilidad institucional, así como por la falta de diálogo y de entendimiento social, que «son frenos al desarrollo económico que se precisa».

El presidente canario ha considerado que «hay que abrir un proceso inteligente y sensato», que permita unos mínimos de entendimiento entre las grandes fuerzas políticas del Estado y un compromiso para que prime el interés general sobre los partidarios.

En opinión de Rivero, la crisis institucional «alcanza a todos los ámbitos, incluso a la máxima institución del Estado».