Rihanna canta en el desfile de Victoria’s Secret. | EFE
NADIA PERSA | Santa Cruz
Afortunadamente -para ellos que lo disfrutan, y para nosotras que nos vemos estupendas- desde hace cierto tiempo, buena parte de ese maravilloso mundo, en principio oculto e íntimo, que es la lencería, ha salido al exterior, con lo que se le ha dado un doble uso a unas piezas que, sinceramente, son demasiado hermosas, nos realzan y nos hacen lucir divinas, como para relegarlas a la semiclandestinidad del dormitorio y a solo un par de ojos privilegiados, y a permanecer ocultas bajo el resto de la ropa de tal manera que al mostrarlas, al hacerlas visibles sacando parte de la lencería al exterior, el erotismo que emanan se extiende más allá de la zona destinada a un encuentro sexual oculto y el deseo que provocan -en quienes lo observan y en quienes las lucimos- trasciende así el espacio que se encuentra vetado tras cerrar la puerta de la intimidad para adueñarse del espacio público, bien sea con la excusa de una cena, una fiesta o simplemente porque nos apetece.
Los primeros en salir del boudoir al exterior fueron los complementos, pero actualmente es tendencia y casi todo está a la vista: corsés, ligueros, tirantes, elementos propios del bondage… La mayoría de las grandes firmas editoriales de moda, revistas y publicidad, cuando hacen un reportaje de estas casas de alta corsetería de lujo, siempre nos la presentan como prendas de ropa exterior, nada de llevarlo por dentro. Hay que mostrarlo, que se vea y que se note. Uno de los pioneros en este sentido fue Jean Paul Gaultier. Quién no recuerda aquellos corsé con conos que lució Madonna en sus conciertos de los primeros 90 y, curiosamente, cerca de 20 años después, como se pudo comprobar ya desde el pasado año, muchos diseñadores pusieron en sus desfiles pequeños guiños de lencería y estética sensual, inspirados en libros o películas, como por Il Porteri de Notte (Portero de Noche, 1974) en el caso de Louis Vuitton, que llenó la pasarela de fetichismo con esposas, tirantes, gorro militar, corsé, máscaras de encaje, clutch con una sola esposa, guantes altos, etc… deudores de la estética filonazi que lucía Charlotte Rampling en aquella inolvidable historia de patológica dominación y sumisión sexual y personal. En nuestro país ha sido Maya Hansen la que ha impulsado el mundo del corsé como indumentaria diaria.
Este año Dsquared2 propone para la colección primavera/verano 2013 una colección muy sexy inspirada en el mundo de las Dominatrix (amas dominantes que en el mundo del BDSM, el sadomasoquismo y los juegos sexuales, someten a sumisos o sumisas y esclavos o esclavas con una estética agresiva pero muy erótica).
El caso es que cada vez más se diseñan prendas destinadas a despertar nuestros apetitos más primarios. Así, el cuero se convertirá en la prenda de la temporada, no hay ni una sola tienda donde no encuentres algo de cuero, vestidos, faldas, tops, cinturones que recuerdan a arneses, sandalias bondage, como por ejemplo las de Altazurra, que se sujetan con tiras de piel hasta casi nuestras rodillas, o los de Gucci, que se sujetan a nuestros tobillos con correas; botas altas como las de Alexander McQueen y toda clase de complementos.
Tom Ford va un poco mas allá y nos presenta una colección donde el bondage (tengo pendiente dedicar un artículo en exclusiva a este fascinante y sugerente tema) es parte del atuendo exterior: sogas y cuerdas definen la figura enmarcando, resaltando e incluso ofreciendo pechos y sexos, en lo que es ya el gran salto de la pasarela a la calle, al igual que Zana Bayne Leather, donde en su colección Pradal Guruns SS13 nos muestran sandalias y cinturones con cuerdas que nos atan de una forma muy sugerente.
Salvatore Ferragamo ha sustituido en algunos de sus vestidos el cuello por un alzacuello de piel con correa. Muchas celebrities ya lo hacen, y dejan ver parte de su ropa interior, por ejemplo, sus ligueros, sin mayor complejo. Las hay que solo lo insinúan con un panty que simula un liguero y otras mostrando todo el encanto de una prenda que confiere una sensación muy sexy a quien la luce, y que hace volar la imaginación de quienes la observan… Stradivarius las incluyó en su campaña otoño/invierno. Haced como Rihanna en el desfile de Victoria’s Secret que también dejó ver su liguero. Probadlo y descubrirán una sensación muy erotizante… además de sentirse especialmente observadas por doquier.
Dolce&Gabanna, ya en este invierno, nos envolvió en visibles y delicados encajes, y volverán hacerlo para la nueva temporada. Tiendas como Bershka han sacado varios vestidos transparentes tipo red muy sugerentes donde dejan ver toda la ropa interior que me recuerdan a la nueva colección de Chanel de esta temporada o bodys y camisetas con transparencias que me recuerdan a los bodies de Mint Siren o el encaje asociado a la ropa interior como los camisones de Absolutely Pôm seguro que lo encontraremos esta temporadas ya que fue el must have de este otoño/invierno.
Hervé Léger nos propuso ponernos provocativos arneses encima de la ropa y la cove girl Karlie Kloss se puso un collar-cinturón de Giuseppe Zanotti encima de un vestido largo negro. Berska también lo ha hecho en su colección primavera/verano 2013 y en el blog Style of the Couch su creadora nos enseña a llevar un arnés como un accesorio más encima de nuestra ropa diaria.
¿Se atreven?