Panorámica de la costa del Valle de Güímar, que alberga los municipios de Candelaria, Arafo y Güímar. / MOISÉS PÉREZ
NORBERTO CHIJEB | Candelaria
El proyecto de la Ley de Bases de Régimen Local (LBRL) que propugna el Partido Popular ha tenido una amplia contestación entre los cabildos y ayuntamientos de Canarias.
Ninguno de ellos, ni los mayores ni los menores de veinte mil habitantes, se muestran de acuerdo con ella. Es más, casi todos coinciden en que no sobra ningún ayuntamiento en las Islas y en el caso del Valle de Güímar, ninguno de los tres alcaldes considera viable, ahora mismo, la creación de un solo ayuntamiento. Nadie baraja aquella lejana proposición de Miguel Zerolo, exalcalde de Santa Cruz, de dividir a la Isla en los nueve menceyatos que existían antes de la llegada de los conquistadores españoles.
De los tres alcaldes de Valle, quizás por aquello que pertenece al Partido Popular, solo el de Arafo, Juan José Lemes, pide prudencia sobre la reforma de la LBRL: “Hay que ser prudente puesto que aún está en un periodo inicial. Lo que se persigue con la misma es la sostenibilidad financiera de las administraciones locales”.
Pero a la vez también reconoce la singularidad canaria: “en reunión mantenida con los compañeros alcaldes del PP de Canarias, se propuso añadir una disposición adicional que conjuntamente con lo acordado en asamblea de la Fecam, se traslade al Gobierno Central las especificidades y singularidad de Canarias en lo que a materia de competencias municipales se refiere. Con ello se pretende mejorar el texto de la Ley y lo que está claro es que todos los poderes públicos, no sólo la administración local, debemos asumir la austeridad en primera persona”. El alcalde de Güímar, Rafael Yanes (PSOE), se muestra en contra: “Creo que la Ley de Bases de 1985 es conveniente modificarla para adaptarla a la nueva realidad, y considero que ese cambio debe ser justamente lo contrario a lo que recoge el proyecto de ley aprobado en el consejo de ministros. En mi opinión, se debe potenciar el papel de los ayuntamientos como administración más cercana a los vecinos, dotándolos de más competencias y con recursos para afrontar las demandas ciudadanas. Es inadmisible que se pretenda quitarle a los ayuntamientos el servicio más importante que presta: Servicios Sociales, y mucho peor que se pretendan distinguir ciudadanos de primera -los que viven en municipios de más de 20.000 habitantes- y de segunda -el resto-. Creo que deben desaparecer las Diputaciones e integrarse en las Comunidades Autónomas. En Canarias, sin embargo, el hecho insular aconseja la existencia de los cabildos, pero que éstos ejerzan competencias supramunicipales y no compitan con los ayuntamientos en políticas de cercanía”. Para él, en Canarias no sobra ningún ayuntamiento y menos en el Valle de Güímar, aunque “se deben potenciar las mancomunidades”.
20.000 HABITANTES
José Gumersindo García Trujillo (PSOE), alcalde de Candelaria, el único ayuntamiento del valle que supera los veinte mil habitantes, considera que “el proyecto tiene muchas carencias, en primer lugar aleja al Ayuntamiento de los vecinos y el ahorro que plantea no puede ser real, porque si se siguen prestando a los ciudadanos estos servicios, que considero básicos, hay que destinar dinero a ello independientemente de la administración competente.
Por ello, lo que me preocupa es que la última intención pueda ser no prestar los servicios. Además, solo se limita el sueldo de los alcaldes, concejales y personal de confianza, que me parece bien, pero esto también se debería hacer en todas las categorías del personal laboral y funcionarios, para acabar con las diferencias existentes entre el personal que desempeña la misma función en uno u otro ayuntamiento”.
SINGULARIDAD
José Gumersindo García no ve como buenos ojos la fusión de los tres ayuntamientos del Valle en uno solo y defiende la singularidad canaria: “La realidad que recoge el borrador, que se pretende aprobar, está pensado más en el territorio nacional que en las Islas, ya que en España de los 8.116 municipios existentes, unos 6.900 tienen menos 5.000 habitantes, lo que supone el 84 %. Una realidad que no sé da en Canarias ni en el Valle de Güímar. En este último caso los tres municipios tienen más de 5.000 habitantes y en el conjunto de los 31 solo tres están por debajo de esta cantidad”, dijo el alcalde.