El colectivo RedIN impulsa una decena de proyectos de carácter comunitario

Unos de los responsable de la Plataforma RedIN. / FRAN PALLERO

J. F. J. | La Laguna

El antiguo convento de Santo Domingo acogió el pasado lunes la presentación de la Plataforma RedIN, integrada por jóvenes profesionales de distintas disciplinas dispuestos a dar un impulso al municipio en materia de ocio, cultura y energías renovables. Ante un aforo completamente lleno, y con el respaldo de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV) Aguere y la Universidad de La Laguna, los responsables de la iniciativa realizaron una distendida presentación de cada una de las acciones en las que vienen trabajando, muchas de ellas inspiradas en experiencias de éxito en otras grandes capitales europeas, como Budapest y Barcelona.

La última iniciativa de la que dieron cuenta, Artexperiencia, es la primera que pretenden sacar a las calles de La Laguna, al menos, dos veces al mes. Importada desde Barcelona, la idea pasa por la organización de eventos culturales en los que el público tome parte del espectáculo.

PRIMERA EXPERIENCIA

A modo de ejemplo, el músico Rogelio Botanz invitó a los asistentes a la presentación a tomar parte de la interpretación de su conocida canción Garaldea. Antes, instruyó a los voluntarios en la utilización de cada uno de los instrumentos integrados en el tema. La Plataforma RedIN también trabaja en la organización de conciertos alimentados por bicicletas generadoras y paneles solares.

Otras iniciativas en curso son: Educación Intergeneracional, Formación Audiovisual para personas con medidas judiciales y penitenciarias, Laboratorio Verde, Generación de Combustible biodiésel con aceite usado, Comunicación de la Creatividad Social y Café con Letras. Para este último proyecto pretenden contar con la complicidad de un número importante de cafeterías de la ciudad. Allí, mediante el código QR, habilitarán bibliotecas virtuales dedicadas a la literatura internacional y local, a las que podrán tener acceso los clientes de forma gratuita. Esta propuesta, relataron, la descubrieron en el metro de Budapest.