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Paraguay, modelo institucional para Latinoamérica – Por Gerardo Daniel Settecase

   

Paraguay tiene nuevo presidente electo constitucionalmente luego de que el anterior, Fernando Lugo, fuere destituido y reemplazado por el vicepresidente Federico Franco de manera calificada por algunos de extremadamente exprés, sin derecho de defensa y por intereses económicos. Pero, guste o no, se ajustó a la Constitución paraguaya, y casi unánimemente senadores y diputados aprobaron destituirlo por mal desempeño, especialmente durante el sangriento desalojo de tierras privadas invadidas, modelo revolucionario que Lugo promoviera copiando a gobernantes afines, sin comprender que ocupaba la presidencia gracias al pacto con el ultraderechista Partido Colorado del extinto dictador Alfredo Stroessner y que, lógicamente, debía acatar parte del programa electoral de dicho partido, poco afecto a perjudicar a viejos amigos. Y, guste o no también, el proceso electoral se cumplió con absoluto respeto a la Constitución, contrariamente a lo ocurrido en países que expulsaron a Paraguay del bloque regional Mercosur calificando de golpe de Estado parlamentario al desplazamiento de Lugo. Calificación en la que más insistieron quienes han estrujado sus constituciones nacionales para eternizar sus mandatos. Como una Venezuela, donde Hugo Chávez, tras acomodar la Constitución buscando su frustrada perpetuidad, por voluntad premortem cediera la presidencia temporal a Nicolás Maduro en lugar de a Diosdado Cabello, violando así la Constitución; una Argentina donde la eternidad se intentó con el “enroque matrimonial” -dos periodos Cristina, dos Néstor- interrupto por el fallecimiento de este último; o una Cuba con presidencia hereditaria. Paraguay tiene presidente nuevo: Horacio Cartes Jara, representante de un partido que de la mano de Stroessner gobernó por décadas con mano de hierro. El tiempo dirá si el pueblo guaraní se equivocó o no. En tanto, debe reconocerse que en el proceso de sustitución de Lugo por Cartes Jara se respetó la Constitución e instituciones. Modelo en el que no pueden mirarse muchos gobernantes de Latinoamérica.

gerardoctkc@gmail.com