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Campeones en pobreza – Por Claudio Andrada Félix

Realmente era necesario que un estudio valenciano viniera a confirmarnos lo que todos sabíamos ya sobre el alarmante aumento de la pobreza en Canarias? No. Pero lo que le aporta valor es precisamente que el informe se elabora fuera de nuestras fronteras, presumiblemente sin intereses ocultos de nadie. Lo primero que debe observarse, según el estudio, es que los parámetros empleados para cuantificar la pobreza son precisamente donde los canarios estamos en la Champions League de la exclusión. Uno de esos datos tiene que ver con la estructura productiva de las Islas. El que no quiera verlo, que no lo vea, pero la realidad y la historia son contundentes señalando que es un modelo de producción colonial, sin industrias estables; agricultura, ganadería y pesca prácticamente testimoniales y en retroceso, algo incomprensible, sobre todo si se tiene en cuenta que vivimos en un territorio en medio del Atlántico; la educación, con niveles alarmantes de abandono, y, por encima de números y más números, una población que ni siquiera puede vislumbrar una luz al final del túnel y que, para más abundamiento en la desgracia, no sabe de qué manera pelear de modo efectivo para revertir esta situación. Porque, ¿realmente la ciudadanía tiene en sus manos las herramientas que le permitan salir de este atolladero? Una de esas salidas debiera estar en la cualificación profesional, pero ¿para qué industrias o sectores? Y, desde luego, no se puede mirar para otro lado sin pasear los ojos por el descrédito de la mayoría de los políticos de aquí, a los que debiera suponérsele cierta visión estratégica de las cosas, poner los raíles para el desarrollo y una menor dependencia del exterior. ¿Será que no interesa que Canarias pueda autoabastecerse, al menos, de productos de primera necesidad? ¿Será que los canarios no nos hemos acostumbrado todavía a comer menos? ¿Cómo una nación (Canarias) con 12 millones de turistas en el año 2011 pasa hambre y tiene al 34,7% de su población en paro y de ella unas 150.000 familias sin ningún ingreso? Alguien del Gobierno autonómico hablaba el pasado viernes de que es un efecto de la “ultraperificidad” de las Islas. Ya, ya, ya… Todo por no llamar a las cosas como son: modelo económico colonial. Nos tocó bailar con la pareja equivocada y lleva ya demasiados años pisándonos los callos. O los canarios que transitamos todos los días las calles en busca del sustento y el empleo participamos en la solución, o no llegará nunca.

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