N. TORRES / Y. ROZAS | Santa Cruz de Tenerife
La aparición pública de Saida Prieto ayer señalando a sus diseñadores, Carolina Hernández Padrón y Víctor Díaz Lladó (Cavilladó), como los únicos responsables de haberle salvado la vida, ha hecho que los focos se vuelvan de nuevo hacia esta pareja que, al igual que Saida, siguen inmersos en un lento proceso de recuperación de las secuelas del incendio, tanto físicas como psíquicas. Ayer, Carolina Hernández explicaba a DIARIO DE AVISOS que “ni siquiera hemos podido volver al taller, ni a mirar una piedrita siquiera, es algo que está totalmente apartado”. Las secuelas físicas que sufre Víctor, que se quemó ambas manos, le impiden volver a la normalidad e, incluso, lo han dejado parado por este motivo: “Nosotros todavía estamos mal, con algunas secuelas físicas pero también emocionales. Esta situación no está acarreando muchos disgustos en el ámbito de lo personal”.
Carolina agradece las palabras de Saida: “Ella sabe que estamos con ella y vamos a seguir estando ahí para lo que nos necesite”. Sin embargo, la aparición pública de la que fuera candidata de Parque Bulevar y DIARIO DE AVISOS, ha supuesto para sus diseñadores volver a revivirlo todo, “son demasiadas cosas, necesitamos respirar porque vivimos en un carrusel de emociones, con semanas de tranquilidad para de pronto volver a revivirlo todo”.
El último mal trago, cuenta Carolina, lo vivieron hace apenas un mes cuando el juzgado los llamó para que retiraran el traje de Saida Prieto del depósito en el que se encontraba: “Fue un golpe muy duro, volver a ver el traje chamuscado y tener que retirarlo nosotros mismos”.
Carolina sabe que Saida no está bien: “Las imágenes lo dicen todo. Es un proceso muy largo y muy duro el que le queda por delante pero sabemos que lo va a conseguir”. La diseñadora valoró la ilusión de la joven por volver a presentarse a reina el año que viene: “La ilusión no se la va a quitar nadie y espero que luche por salir, por estar ahí”. Una ilusión que en su caso y el de su marido está siendo más difícil de recuperar. “Lo intentamos pero es muy complicado. Hay muchos miedos aún, muchas cositas guardadas. Nos hemos pasados estos meses entre médicos y juzgados, sobrellevándolo lo mejor que hemos podido y por eso estamos totalmente apartados del taller. Simplemente, no podemos”. La diseñadora reconoce que esta situación está afectando a todo su entorno. “Mi hijo lo está pasando muy mal al ver a su padre así pero precisamente por él es por lo que vamos a luchar; no nos podemos hundir”.
Carolina reflexiona sobre la situación vivida por ella y Víctor: “Te das cuenta cómo en un segundo te cambia la vida y que de repente te cuesta mucho poner todo de nuevo en marcha”. “De una ilusión pasamos a que casi pudimos haber muerto”, sentencia la diseñadora.
JUSTICIA
En cuanto a la responsabilidad del accidente, Carolina entiende las palabras de Saida aunque se muestra menos dura con el diseñador Willy Jorge: “Sabemos que hay un culpable porque ha hecho algo que no estaba bien pero nosotros no somos jueces, será la justicia la que determine su culpa”. Añade que “nadie te fastidia la vida adrede, aunque es cierto que fue una imprudencia”. Carolina espera poder mantenerse alejada de los focos mediáticos un poco más. “Necesitamos respirar”, insiste, y sabe que ahora es el turno de bajar en el carrusel.