X
entre cortados > Arun Chulani

Hasta que la cuerda se rompa – Por Arun Chulani

   

Tú en un lado, yo en el otro. El lado izquierdo de la cama, para ti; dos juegos de platos en la mesa; buenos días y buenas noches con buen sabor. Sabor que, pasado el tiempo, pasa de dulce a amargo. Sin darnos cuenta, la cuerda se va tensando: tú y yo, cada vez más lejos. Una de cal, una de arena. Con un vaivén de movimientos, la cuerda comienza a deshilacharse de tanto tira y afloja. Aun así, ahí seguimos, a regañadientes. Con la botella de vino en la mano. Aún queda cuerda. Hasta que la cuerda se rompa, seguiré mirándote a los ojos para perderme en el mar que ocultan. El mar de tu mirada, el que me lleva a todos los recuerdos contigo. Hasta ese entonces, me apoyaré en tu pecho para sentir los latidos de tu corazón, a contratiempo de los míos. Seguiré abrazándote mientras ves la televisión. Hilo a hilo, aprovecharé cada instante. Y la última cucharada del helado, indudablemente, para ti. Pero en el momento en el que la cuerda se vuelva una indefensa hebra, cuidado. Te apoyarás en que has tirado ya suficiente, que no puedes más. Yo, mientras tanto, disimularé, miraré hacia otro lado e intentaré reforzar nuestra unión. Sin embargo, el desgaste llega a más, y le queda poco. “Hoy cocino yo”, que se convierte en “que te lo haga tu madre”. Demás palabras que, sin sentirlas, se dicen, se escapan, sin poder esconderse en gritos de silencio. El daño está hecho. Si la cuerda se rompe, uno pasa a ser dos. Dos ya no son uno, ni uno es uno, realmente. Empiezas a pensar en los y si, en los por qué no hice o por qué no quise. O quizás, ni lo piensas. Ya no hay momentos de la mano, se acabaron los buenas noches. Y la cuerda, deshecha. Pero de esa cuerda puedes coger un pequeño trozo, un hilo sin más, para comenzar a atar nudos. Avanzar. No serán los mismos latidos, el vino no sabrá igual. Una cuerda se ha roto, pero no es la única que habrá. Podrá ir bien o ir mal. Pero cuando mires atrás, verás los hilos. Y recordarás. Recordarás, y sonreirás. Pero, de momento, seguiré aquí…, hasta que la cuerda se rompa.

@arunchulani