Con la puntualidad de un partido de Champions empezó el seminario de Krav Maga, un ligero calentamiento que incluía ejercicios de movilidad articular, seguidos de saltos y coordinación. Los ejercicios de defensa empezaron hacer su aparición en antena y Alexander me dijo: “Acércate, empezaremos a exponer todos los posibles ataques que puede sufrir un árbitro de fútbol, dentro y fuera del terreno de juego”.
Las primeras técnicas de defensas fueron básicas en esquivar posibles ataques y huir, ya que siempre se intentará, en la medida de lo posible, no responder con violencia sobre el verde del terreno de juego, sólo nos defenderemos y buscaremos apoyos o ayuda. Me encantó cómo podíamos evitar un ataque sólo defendiéndonos, no es bueno que se vea al colegiado golpeando a alguien y mucho menos delante de niños, siempre hay que dar una buena imagen, sólo se utilizará la defensa personal para evitar que nos hagan daño y nos humillen.
Incluso estuvimos realizando movimientos para controlar situaciones límites, similares a las que suceden en un terreno de juego como son las tanganas, evitar que los jugadores nos rodeen, técnicas para calmar a un jugador que se encuentra nervioso y alterado, buscar la mejor salida ante una invasión de espectadores al terreno de juego, etc.
Las otras técnicas fueron destinadas a cuando vamos a retirar el vehículo de los aparcamientos tras un partido. Los casos más frecuentes últimamente es cuando estamos haciendo nuestra rutina diaria y se acercan con malos propósitos. Hemos podido llegar a ver cómo un compañero perdió la vida a manos de unos jugadores en una discoteca, su simple delito fue haberlos arbitrado unas horas antes.
El seminario terminó cinco horas más tarde, me quedé hablando con el maestro y mi amigo Carlos. Le comentaba la importancia de incorporar un sistema de defensa personal obligatorio a todos los árbitros, no solo en la parte de lucha, si no en la psicológica; como las estrategias de control, que son primordiales si queremos aguantar la presión y no dejarnos llevar por nada ni nadie. Saber cómo actuar en una situación límite sin perder el control.
* EXÁRBITRO DE PRIMERA DIVISIÓN