La primera vez que escuché el nombre de Bernardo Morales fue en boca de Leopoldo Fernández, en aquel entonces director de DIARIO DE AVISOS, quien me proponía relevarle en la sección de Sucesos ya que se había trasladado al Sur de Tenerife para montar la delegación del periódico. Desde esta atalaya, Bernardo Morales ha conocido, de primera mano, cómo un erial se ha transformado urbanística y económicamente en uno de los mejores destinos turísticos del mundo. Ahora, tres décadas después, vuelvo a sustituirle, si cabe esta expresión, en la tarea de difundir el acontecer del Sur, que no es otro que colocar los cimientos para recuperar aquello que se denominó el “motor económico” de la Isla. Al mismo tiempo reivindicar la finalización de obras tan importantes como el hospital del Sur, que el propio Bernardo Morales solicitó al presidente canario Paulino Rivero, el cierre del anillo insular, el puerto de Granadilla y tantos proyectos que han quedado en la mesa por la crisis económica. La tarea desarrollada por este “periodista de pueblo”, como él mismo se define, ha dejado su huella como se pudo comprobar en las muestras de afecto y cariño expresadas en los premios Impulso Sur del Grupo de Comunicación DIARIO DE AVISOS. Un merecido reconocimiento a quien, con medios rudimentarios nada parecidos a los actuales, ha narrado, con fe notarial, el día a día de la comarca. Y un amigo que, sin preverlo, me dejó las puertas abiertas para hacer mi trabajo.