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República Soviética Macaronésica – Por Jorge Bethencourt

   

La futura Unión de Repúblicas Macaronésicas Soviéticas de Canarias ha tomado una de sus decisiones fundamentales sobre la planificación económica del mañana. Dentro del primer plan quinquenal para el desarrollo del turismo, el Equipo Técnico del Buró Político del Comité Central ha decidido que las inversiones nuevas que se desarrollen en el sector sean sólo hoteles de cinco estrellas. Los de tres y cuatro estrellas sólo se autorizarán cuando ya existan previamente -es decir, que se permite que exista lo que ya existe- a efectos de ser remozados y rehabilitados. De esta forma se asegura que no entrará nueva competencia en el sector ya que sólo podrán tener hoteles los que ya los tuvieran anteriormente. El turismo en Canarias, como ya se sabe, nació sin el control de la planificación central. A pesar de ello -sin que pueda explicarse más que como pura casualidad- se convirtió en un potente negocio que generó miles de millones de beneficios que inexplicablemente, al no existir aún los poderes públicos canarios, salieron de las islas hacia las manos de los especuladores que invirtieron su dinero comprando fincas abandonadas de tomates y construyendo hoteles y apartamentos. De hecho siguen saliendo igual de inexplicablemente a pesar de existir en la actualidad una densa masa de poder público canario. Alarmados ante el crecimiento del sector turístico y la ocupación del suelo costero (ya que el de medianías estaba saturado con chaleses y bodegas construidas inicialmente como cuartos de aperos), las autoridades decidieron detener la expansión de la oferta con una valiente ley de moratoria que fue aplaudida con las orejas por los empresarios del sector (si no hay más competencia, mejor). Ha sido tal el éxito de la ley que el gobierno Macaronésico no ha dudado en volver a prorrogar sus efectos temporales. Durante la vigencia de la moratoria la oferta ha mejorado, los precios han subido, los panes han crecido en los árboles como el maná y de los malpaíses ha brotado miel y leche. Han bajado un poco los turistas, hemos perdido plazas de avión y se han quitado vuelos, pero esos son detalles menores. Es tal el éxito de la medida -que ya se aplica a negocios como la farmacia o las superficies comerciales- que el gobierno está planteándose extender la planificación legislativa a otros sectores. Por ejemplo, a las panaderías, en las que sólo se autorizarán las que fabriquen pan integral (velando por la salud de los canarios) en una futura Ley de Panificadoras para la Salud Pública. Y es que frente a quienes piensen que sí van a invertir su dinero en un negocio son ellos los que deben decidir qué tipo de negocio tiene que ser, la inmensa sabiduría del Gobierno Macaronésico es la única que nos puede asegurar el éxito.

@JLBethencourt" href="http://twitter.com/JLBethencourt" target="_blank">@JLBethencourt