EUROPA PRESS | Nueva York
El diario The New York Times’lleva hoy a su portada en un extenso artÃculo la situación de corrupción en España, en el que afirma que los jueces españoles están investigando actualmente a “cerca de 1.000 polÃticos, que van desde los alcaldes de pueblos pequeños a exministros del Gobierno”.
La información toma como referencia el caso de la exalcaldesa de La Muela (Zaragoza), MarÃa Victoria Pinilla, para repasar otros como el caso Urdangarin, la gestión del expresidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, e incluso nombra al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, del que dice que ha tenido que enfrentarse a una lista “en la que se registraba que miembros de su partido recibÃan dinero por debajo de la mesa”.
Aunque The New York Times asegura que España “no es en absoluto el más corrupto de Europa”, también apunta que “mucho más está por venir”. Para el diario, la corrupción en España “es el resultado de una estructura polÃtica que pone un enorme poder en manos de las autoridades locales, en donde muchos de ellos pueden otorgar contratos o terrenos con poca o ninguna consulta”.
“Durante un almuerzo pueden decidir que vas a hacer con 100 millones de euros”, explica al periódico Manuel Villoria, profesor del ciencias polÃticas de la Universidad Juan Carlos I, y añade que, ante esto, los dirigentes “podÃan pedir lo que querÃan”. “A menudo no es para ellos, puede ser un apartamento para una hija o para los hijos de una hermana”, apunta Villoria.
Además, The New York Times ha destacado los vÃnculos de las autoridades regionales y municipales con las cajas de ahorros que, en su opinión, “han creado las condiciones ideales para la corrupción en los años del ‘boom’ de la construcción”.
Al respecto, Villoria ha explicado que, “pronto, otros sectores comenzarán a ocupar el lugar” de la construcción. AsÃ, ha indicado que “el sistema sanitario, que está siendo sometido a la privatización, fácilmente podrÃa tomar este lugar en el futuro, a menos que se realicen cambios”.
REFORZAR EL SISTEMA JUDICIAL
El diario estadounidense señala que en España “ya se habla de reformar la financiación de los partidos y las leyes de transparencia, asà como el aumento de penas para la corrupción y el fortalecimiento de la independencia de los auditores”. Pero, según subraya el periódico, “muchos expertos creen que aún queda mucho por hacer para reforzar el sistema judicial insuficientemente financiado, que permite que muchos casos de corrupción queden sin resolver durante años”.
No es la primera vez que The New York Times dedica alguno de sus reportajes a España. En septiembre de 2012 publicaba una serie de fotografÃa que, según explicaba, retrataban “la austeridad y el hambre” en el paÃs. Además, el pasado mes de marzo, el diario estadounidense criticaba en un artÃculo el “lujo” de la Semana Santa.
Para el diario, la corrupción “fue aceptada en el sur de Europa como un hecho normal, como una forma de distribuir el botÃn entre unas pocas persona, en muchos casos, los fiscales”. A su juicio, ha sido la llegada de la crisis la que, al “estancar proyectos”, acabó “por levantar el velo sobre los funcionarios corruptos, los sobornos, los pagos por favores y otros acuerdos que pocos imaginaban”.
“En un momento en España, Italia, Grecia y Portugal están imponiendo planes de austeridad de reducción del déficit a unos ciudadanos en apuros, estas revelaciones de corrupción polÃtica generalizada están avivando un amargo resentimiento, está desestabilizando gobiernos y minando la credibilidad de la clase polÃtica en su conjunto”, apunta el texto.
En este sentido, el director general adjunto de Transparencia Internacional, Miklos Marschall, ha declarado al diario estadounidense que “la clase polÃtica no tiene sentido en el sur de Europa”. Según ha señalado, “las instituciones públicas tienen que ser reconstruidas, paso a paso, para que el Gobierno pueda ser un actor creÃble”. “Este es el principal desafÃo”, ha indicado