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LA BARBERÍA>

De TV y gilipolladas – Por Roque Guillén

   

Ha llegado la hora. Por fin ha empezado, sin pudor, sin mensaje subliminar, directo al grano, como el cara a cara de Usain Bolt y su mayor enemigo, la meta. La transformación, el sectarismo, la vieja fórmula de atontar las mentes, el uso de un marco repleto de engaños para amansar la fiera que lleva dentro cada súbdito. El arma silenciosa de todos los gobiernos, el sodomizador, la mejor droga de todos los tiempos, el uso de la televisión como fórmula de convencimiento. El me falta tiempo se ha convertido en la frase más popular de entre los pululantes dionocturnos del pueblo después de la de que los políticos y los banqueros son unos chorizos, ¡ah!, y la de Mou es bueno, Mou es malo. Pues centrándonos en la de me falta tiempo, que sin duda trae al pueblo de cabeza, a mí se me ocurre que, en vez de regalarle tanto tiempo de tu vida a la TV, te propongas apartarla de tu lado, y que cultives todo ese tiempo agraciado que en un futuro te va a sobrar, haciendo todo aquello que de verdad te mola. Así quizás no tendrás esa expresión todo el día en la boca. Ahora bien, somos humanos, y como tal, erramos, y en este caso, no solo vivimos enchufados a la caja tonta, sino que además nos creemos todas esas gilipolladas que nos venden de que la TV relaja, desconecta, enseña y demás frasesectas inventadas desde el centro de la trama para convertir a un poblado tuerto en ciego. Somos tan borregos que estamos enganchados a series de asesinatos, masacres, violaciones y risa tonta. Vemos programas de famosos a la piscina y burros gritando en un plató mientras otro necio vende sus miserias. Futboldroga a todas horas, noticias que defienden los intereses de cada uno y canales de cómo se hace esto o cómo comer más mierda en un minuto. Y para colmo, volviendo al principio del artículo, se ríen de nosotros con mensajes como el de estos días: el telediario de TVE recomienda a los parados rezar para reducir la ansiedad. Describe los beneficios balsámicos de poner una vela en el altar. ¿Se les puede decir a unos padres de familia con cuatro hijos y sin nada que comer que se ponga a rezar y que encienda una velita? Lo dicho, en este país, se folla poco.