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Videla: aterradora herencia genocida – Por Gerardo Daniel Settecase

   

El viernes pasado fallecía en Buenos Aires el sentenciado por genocidio y delitos de lesa humanidad exgeneral Jorge Videla, que el 24 de marzo de 1976, tras derrocar a la presidenta constitucional Isabel Perón, junto a los jefes de la Armada Emilio Massera, y de la Aviación, Orlando Agosti, inaugurara como presidente de facto el interregno más sangriento de la historia contemporánea argentina.

Justificándose en la “inexistencia de poder” y en el accionar de grupos terroristas -ERP y Montoneros- que asesinaban civiles y militares, Videla y sus cómplices comenzaron una caza de brujas sobre políticos, sindicalistas, artistas, religiosos de cualquier culto y activistas sociales. Los secuestros de personas por miembros de las Fuerzas Armadas, su aislamiento en campos de concentración para torturarlos y asesinarlos desapareciendo finalmente sus restos, es parte de la herencia Videla, que incluye el robo de bebés y niños de desaparecidos, en nombre de un modelo ultraconservador que fue tolerado por buena parte de una sociedad cansada de las luchas intestinas entre peronistas de derechas (triple A) y de izquierdas (ERP y Montoneros) por desplazar a la presidenta; más una inestabilidad económica con inflaciones inimaginables (3.000%). Pero esencialmente gracias al respaldo de empresarios y financistas nacionales e internacionales para quienes Videla fue el tonto útil en un proyecto cuyo objetivo -logrado por su ministro de Economía, José Martínez de Hoz- fue implantar un modelo de apertura que acabó con la industria nacional y endeudó el país, para lo cual era necesaria esa asfixiante represión social.

Videla murió insistiendo, aún en entrevista reciente a Cambio16, que había beneficiado a la Argentina. Un beneficio, una herencia, de 60.000 millones de dólares de deuda externa, 34% de pobres; 30.000 desaparecidos; 300 niños robados y una economía destruida.

Aterradora herencia que solo sus acólitos reclaman, y los argentinos desprecian.

gerardoctkc@gmail.com