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6.073 – Por Juan Carlos García

Cientos de canarios, miles, 6.072 para ser exacto, según los últimos datos, han decidido en lo que va de año hacer las maletas y abandonar el Archipiélago en busca de trabajo allende los mares. No, no todos son jóvenes desesperanzados con el futuro incierto que les espera en esta afortunada tierra. También se encuentran entre esos miles de canarios quienes, tras décadas de experiencia laboral en las Islas y descolgándose por el tobogán de los cincuenta, deben preparar ese equipaje, como si de una memoria externa de ordenador de esas se tratara. Los habrá quienes con 500 gigas les sobre. Otros, en cambio, necesitarán más de un terabyte para llevarse toda una vida. La familia. Los hijos…, los hijos continuarán su proceso de formación académica aquí, en estas islas, en unos casos. En otros, quizás, deban seguir los pasos de sus padres y reinventarse en otros lugares. A esa cifra de canarios que debieron dejar su hogar en estos primeros meses del año se contrapone la de los cientos de personas, miles, 5.817 para ser preciso, que, en ese mismo periodo de tiempo, llegaron y se asentaron en Canarias. Esa pertenencia de una persona a un determinado territorio geográfico está, o ha estado, acompañada en el subconsciente de cada uno a que dicha dependencia arrastraba un carácter cuasivitalicio. Sin embargo, la realidad nos demuestra que esa vinculación física permanente a un espacio territorial concreto se diluye a pasos agigantados. Por voluntad. Por obligación. Cuando la segunda década de este siglo mira de reojo, en muchos aspectos, a su final, todas las distancias se acortan y todas las velocidades se agigantan. En algunas terrazas son capaces de servirte un cóctel llamado alivio de tónica contractiva, precedido de brotes verdes de soja. Dudo que en Bruselas vean con buenos ojos esa posición común española que apuesta por el crecimiento en detrimento de la austeridad. Yo, de momento, estimado lector, preparo mis bártulos para ser el canario 6.073, para ser exacto, que deja este barco atlántico en esta primera mitad de año.