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La alcaldesa promete instalar mallas de protección en Santa Lucía

   

Carmen Luisa Castro y vecinos Santa Lucía-Los Barrancos

Carmen Luisa Castro, con los vecinos, en la pequeña ermita de Santa Lucía-Los Barrancos. | DA

NORBERTO CHIJEB | Güímar

La alcaldesa de Güímar, Carmen Luisa Castro Dorta, se reunió con los vecinos de Santa Lucía-Los Barrancos, para tratar el problema de los desprendimientos ocurridos en ese núcleo costero de Agache hace ahora justamente dos años y que afectó a una veintena de viviendas.

Esta reunión se celebró por petición del presidente de la asociación de vecinos, José Herrera, ya que la formación política del Partido Popular no asistió a la celebrada el pasado 12 de mayo, fin de semana donde los populares no participaron en actos públicos.

La alcaldesa se comprometió con los vecinos para estudiar cómo su antecesor en el cargo, Rafael Yanes, había dejado el expediente y decretos de desalojos. Castro anunció que en todas las reuniónes que se realicen a partir de ahora para dar una salida satisfactoria a Santa Lucía, participará el presidente vecinal, José Herrera, y buscará lo antes posible una subvención para la instalación de las mallas de protección de desprendimientos.

Se buscará una subvención para las obras, pero se necesita también permiso de Costas

Hay que recordar que Castro, como primera teniente alcalde en el grupo de gobierno anterior, ya asistió a Madrid con José Herrera para tratar este asunto con Costas y es conocedora del estudio geotécnico que se encargó a la empresa Icinco en la que éste proponía desalojar unas 40 viviendas y garantizar la seguridad con un mallado y el reforzamiento de la pared, con un coste económico superior al millón de euros.

Han pasado dos años y solo se ha realizado en el lugar del suceso limpieza de piedras en la parte superior de la cueva derruida, porque, según dijeron entonces, “las obras no se pueden realizar sin la autorización de la Dirección General de Costas”, un hecho que se antoja complicado al estar sujeto este barrio, que atraviesa la vía de servicio TF-616, al dominio marítimo-terrestre.

Hay que recordar que el derrumbe del 3 de junio de 2011 afectó con dos grandes piedras a dos casas y un vehículo y no hubo que lamentar daños personales.