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Canarias intensifica los controles y la prevención frente a la rabia

   

perros abandonados

La rabia afecta a animales domésticos y salvajes, y tiene su mayor incidencia en los perros. | DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

“El Gobierno está haciendo un trabajo de control exhaustivo de la rabia con todas las comunidades autónomas y la vigilancia es completa”. Así de tajante se mostró ayer el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, tras la detección de un caso de rabia canina en Toledo, el primero registrado en nuestro país desde que se diera por erradicada esta afección hace 35 años.

En Canarias, tal y como publicó ayer este periódico, los colegios profesionales y la propia Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias han intensificado los controles y la prevención ante la posibilidad de que pudiera aparecer algún caso, algo que según expone Sanidad es “poco probable”, dado que el riesgo es “bajo”.

Sin embargo, desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Tenerife alertaron ayer sobre la “vital importancia del estricto cumplimiento de los protocolos clínicos y de control sobre esta enfermedad”, ya que se trata de una patología “transmisible al ser humano”, por ejemplo, por medio de una mordedura. “No se debe olvidar que esta enfermedad puede provocar serios perjuicios para la salud de la persona infectada, con muchas probabilidades de riesgo vital, por lo que debemos insistir en la necesidad del cumplimiento estricto de los protocolos de prevención, que pasan por el control de los animales por parte de las administraciones públicas competentes y por el cumplimiento por parte de los propietarios de las mascotas de su obligación de vacunar a sus animales contra la rabia, al menos una vez al año para asegurar su efectividad”, recalcaron las mismas fuentes colegiales.

Hasta ahora, España se encontraba libre de esta amenaza y tan solo en Ceuta y Melilla se registraban casos esporádicos de rabia en perros. Sin embargo, la proximidad geográfica de nuestro país con zonas endémicas de rabia ha motivado la puesta en marcha de un ‘Plan de Contingencia para el Control de la Rabia en Animales Domésticos’ que determina los pasos a seguir para impedir la entrada de esta enfermedad y, llegado el caso, el combate de la misma.

Aislamiento y observación
Según exponen los expertos, ante un caso sospechoso de rabia lo primero que se hace es cotejar la documentación del animal, comprobar su situación vacunal con respecto a la rabia y examinar al animal, así como entrevistar a su propietario y al sujeto atacado, con el fin de recabar detalles sobre la agresión y valorar posibles cambios en el comportamiento del animal. Este es puesto en situación de aislamiento para ser observado, no recomendándose su sacrificio a menos que muestren signos compatibles con la rabia. En cuanto al sujeto afectado, es preciso limpiar rápidamente la herida producida con abundante agua y jabón durante al menos cinco minutos. A ser posible, debe aplicarse un desinfectante y hay que acudir cuando antes a un centro sanitario donde se evaluará el caso y se aplicarán las medidas oportunas. Entre ellas puede estar la administración de una vacuna antirrábica y se cuenta con una inmunoglobulina antirrábica para las exposiciones de mayor peligro. La rabia afecta a animales domésticos y salvajes, y tiene su mayor incidencia en los perros, los cuales actúan de huéspedes y transmisores.