medio ambiente>

La crisis agrava los problemas ambientales en Tenerife, según Ecologistas en Acción

EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife

La recesión económica ha supuesto una disminución de la presión humana sobre el medio ambiente, pero la falta de inversión ha agravado -o amenaza con hacerlo- algunos de los problemas medioambientales registrados en Tenerife.

Así se desprende de un informe sobre el estado actual del medio ambiente en la isla, que ha sido presentado hoy miércoles por Ecologistas en Acción con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente y que ha contado con la colaboración de varios expertos, en su mayoría vinculados a la Universidad de La Laguna.

En este informe se han estudiado, entre otros parámetros, la biodiversidad, la ordenación territorial, el paisaje, los residuos o el patrimonio cultural y natural de Tenerife, diferenciando las debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades que presentan en la actualidad.

De este análisis se concluye que no existe una toma de conciencia política respecto a los problemas ambientales de la isla, pues, según los ecologistas, las líneas estratégicas del Gobierno van dirigidas a perpetuar y afianzar un modelo económico basado en la construcción o en apuestas económicas insostenibles social y ambientalmente, como la energía fósil o las prospecciones petrolíferas.

Según el estudio, la recesión económica también está provocando recortes en las unidades responsables de la gestión del medio ambiente en todas las administraciones e instituciones públicas de Tenerife, muchas de las cuales «ya se encontraban en una situación precaria antes del inicio de la crisis».

El informe también hace hincapié en los recortes de los concursos y subvenciones públicas a ONG y empresas dedicadas a la conservación ambiental, y, según los ecologistas, la crisis está sirviendo para legitimar las agresiones al medio ambiente con la excusa de asumir un mal necesario de cara a crear empleo.

Por todo ello, la Federación considera que es momento de «reflexionar, sistematizar y analizar» la nueva coyuntura para partir de un análisis «realista y certero» a la hora de asumir la misión de defender los valores ambientales desde la perspectiva del ecologismo social.