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Denigrando a la mujer con dinero público – Por Amaya Conde Martínez*

   

He de empezar admitiendo que cada vez tengo menos tiempo de ver la televisión, pero eso no evita que siempre que me siento a cenar haga un repaso mando a distancia en mano del panorama que las televisiones ofrecen al público. No voy a hablar del nivel televisivo en España, porque no es ese el motivo de este artículo, sino de lo que pude ver el jueves 18 de abril en la TelevisiónCanaria, que es pública, con lo que eso significa… o debería significar. Tuve la desagradable sensación de un puñetazo en la boca del estómago cuando vi a una mujer que cantaba y se contoneaba vestida con un corpiño que dejaba los pechos al aire y en los que solo los pezones estaban cubiertos por unos apósitos, de los que colgaban unas borlitas que hacía girar con sus movimientos. Vamos, para entendernos, una mujer desnuda haciendo un espectáculo de sala X en la televisión pública canaria. Decidí ver toda su actuación, a la que siguió un sketch presuntamente humorístico, donde el chiste se basaba en un individuo que había marcado a una mujer como una vaca para que supiera a quien pertenecía; parece ser que el chiste pretendía, encima, movernos a la risa, no denunciar un acto de violencia.

La RTVC es un servicio público, regido por una ley donde se exponen unos principios, que tiene obligación de cumplimiento como son la promoción de la cultura y de la educación, la protección de la juventud y de la infancia y la defensa de la identidad, valores e intereses del pueblo canario. Las dudas que me embargan son si una mujer en bolas ¿es cultura? o ¿educación? o ¿es un símbolo de la identidad canaria? El programa en cuestión se llama ¡Viva la fiesta! y “pretende reunir cada semana a toda la familia frente al televisor” alrededor de humor y variedades que nos muestren los talentos de Canarias, según se puede leer en la página web de RTVC. Imagino que temas como la igualdad entre mujeres y hombres y la lacra de la violencia de género simplemente son estupideces que no merecen la pena tener presentes a la hora de programar con dinero público; los talentos que la sociedad canaria ofrece y promociona son los espectáculos de sala X, seguro que es una salida profesional que todo padre y madre desean para su hijas.

En el actual contexto social y económico que vivimos hay quien aprovecha para tratar de quitarnos los derechos adquiridos tras muchos años de lucha, porque, parece ser, que son lujos que ahora no podemos permitirnos. En cambio no debemos quedarnos parados ante estos atropellos y el Gobierno de Canarias tiene la obligación de actuar en este caso. No podemos exigir el cumplimiento de la ley de igualdad y el de la Ley contra la Violencia de Género a otros y permitir su flagrante incumplimiento a un ente público. Hace mucho tiempo que para la RTVC no parece prioritario el respeto a los derechos de las mujeres. No olvidemos que convertirnos en objetos, en ciudadanas de segunda, es arrebatarnos nuestros derechos, y por lo tanto considero que hoy y no mañana es el momento para que el Gobierno de Canarias dé un golpe de mando y reconduzca el ente público, porque como se predica es con el ejemplo.

Consejera del Cabildo de Tenerife