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Pacientes oncológicos denuncian graves demoras en sus tratamientos

   

ONCOLOGIA RADIOTERAPIA

El Hospital de la Candelaria ofrece varios tipos de tratamientos de oncología radioterápica. / DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

“Me llamaron la tarde de antes de mi cita diciéndome que la máquina estaba estropeada, y me retrasaron una semana el tratamiento porque la pieza que necesitaban para repararla tenía que venir de Alemania. Y poco antes estuvo otros dos días fuera de servicio por mantenimiento”. Esta es la explicación que ha recibido en dos ocasiones en un mes una paciente con cáncer de La Gomera, que se trata desde hace un año en el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria (HUNSC) de Tenerife.

El caso de esta persona no es el único de los que tiene constancia este periódico, ya que al menos una docena de pacientes y también los sindicatos aseguran que desde hace meses se vienen produciendo averías y problemas tanto en los equipos de radioterapia como en el PET (Tomografía por Emisión de Positrones) del centro hospitalario tinerfeño.

En concreto, desde el Sindicato de Enfermería (SATSE) explican que “periódicamente” se vienen produciendo problemas por el traslado desde la Península de la molécula denominada Glucosa FDG, que se inyecta en el paciente antes de la realización de la prueba PET. Según dónde se aplique y en qué cantidad se deposite en el organismo esta molécula, permite una u otra probabilidad diagnóstica.
Estos retrasos provocan que muchos pacientes oncológicos vean modificadas sus citas, con el consiguiente trastorno que ello supone, especialmente para aquellos que deben trasladarse desde las islas de La Palma, La Gomera y El Hierro, donde no se realiza ni la citada tomografía ni tampoco se da radioterapia.

Los más afectados son los usuarios de las islas menores, a los que suelen aplazar las citas

El propio personal sanitario apunta a “una sobrecarga de las máquinas”, que están pensadas para atender a la mitad de los pacientes que tratan diariamente, aunque hay incluso quien alude a un “incorrecto mantenimiento” por parte de la empresa responsable de los equipos.

La radioterapia, junto con la cirugía y la quimioterapia, es uno de los tres pilares del tratamiento del cáncer. Se estima que más del 50% de los pacientes con cáncer precisan tratamiento con radioterapia para el control tumoral o como terapia paliativa en algún momento de su evolución. Mientras, la Tomografía por Emisión de Positrones es una prueba que permite saber si existe o no un tumor, si este es benigno o no, dónde se sitúa, qué extensión tiene y si existe metástasis. Esta información tiene tanto valor que puede cambiar el tratamiento de un paciente y aumentar así su esperanza de vida. En marzo de 2000, la FDA estadounidense (el organismo encargado de dar luz verde a los nuevos fármacos) aprobó el uso de la referida prueba PET en todos los pacientes con cáncer antes de que se sometan a cualquier otra terapia.

Pese a las reiteradas quejas de pacientes y sindicatos, desde el Hospital de la Candelaria señalaron que “no existe actualmente ningún problema con el PET”. “Para que este funcione deben llegar por vía aérea los radiofármacos que luego se administran a los pacientes oncológicos; en el día de hoy (por ayer) se produjo una demora en el primer vuelo en el que llegan los radiofármacos y los pacientes que debían recibir tratamiento ya se encuentran reubicados y con cita”.