EUROPA PRESS | Santa Cruz de Tenerife
Palidez, mareos y vómitos son los principales sÃntomas de la hidrocución, lo que coloquialmente se conoce como ‘corte de digestión‘, un shock termodiferencial provocado por un cambio brusco de la temperatura corporal en contacto con agua frÃa y no sólo de una interrupción en el proceso digestivo.
Cuando se produce una hidrocución, se desencadena un reflejo de inhibición de la respiración y la circulación de la sangre, derivando en una sobrecarga cardiaca que, en algunos casos, puede conducir a una parada cardiorrespiratoria
Según explica el jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC), el doctor Pedro Laynez, existen factores que pueden predisponer a cualquier persona a sufrir un sÃncope de hidrocución, por ejemplo, que la temperatura del agua sea inferior a los 27 grados centÃgrados.
También influye una exposición solar prolongada antes del baño, una elevada temperatura corporal originada por trabajos fÃsicos realizados con temperaturas ambientales elevadas, asà como ejercicios fÃsicos violentos con gran sudoración y el propio estado digestivo derivado de ingestas copiosas de alimentos previas a la inmersión, entre otros.
Según el doctor Laynez, “puede sucederle a cualquier persona, independientemente de la edad; no obstante, se debe prestar especial atención a los niños, ya que en verano son quienes más disfrutan a todas horas al aire libre, exponiéndose en muchos casos a largas horas de sol y a jugar en el agua de playas o piscinas, sin ser conscientes de los riesgos que corren”.
Consecuencias de la hidrocución
La hidrocución provoca una súbita disminución de la frecuencia cardiaca por el reflejo de inmersión en el agua que, junto al proceso de digestión, también impide un riego sanguÃneo suficiente al cerebro.
Esto da lugar, en el mejor de los casos, a palidez, mareos y vómitos y, en el peor, a una pérdida del conocimiento o sÃncope, con el consiguiente peligro de que si la persona se encuentra en el agua y no está acompañada, pude sufrir un ahogamiento.
“Aunque las probabilidades de que una persona sufra una arritmia grave o una parada cardiaca súbita son bajas, están siempre presentes y dependerán de factores asociados a la persona (edad, temperatura corporal, cantidad de alimentos ingeridos), asà como de los ambientales (temperatura del agua)”, aclara el doctor.
Prevenir los cortes de digestión
Para prevenir este sÃncope, los profesionales sanitarios del HUNSC recomiendan seguir una serie de indicaciones para disfrutar plenamente del verano, como introducirse poco a poco en el agua –nunca zambullirse de forma brusca–, especialmente si se ha realizado ejercicio fÃsico intenso, se ha permanecido al sol durante mucho tiempo y/o el agua está frÃa, para que el cuerpo se vaya aclimatando a la nueva temperatura.
Se debe esperar un tiempo prudencial para darse un baño tras haber ingerido alimentos. Salvo comidas abundantes, un plazo de tres horas suele ser más que suficiente, indica Laynez.
Lo que sucede cuando se realiza la digestión, explica el doctor, es que los vasos del aparato digestivo se dilatan para favorecer este proceso y como consecuencia de ello, otras zonas del cuerpo, como por ejemplo el cerebro, reciben una menor cantidad de sangre.
Por tanto, aclara que no es casualidad que tras ingestas abundantes dé somnolencia o cueste concentrarse, al actuar a través de intermediaros en el cerebro inhibiendo el estado de alerta, porque el aparato digestivo tiene preferencia en esos momentos.