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El PP empuja a Pérez a reconocer que el pacto “no es inmune a los virus”

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

El PP lanzó ayer un misil en la línea de flotación del pacto de gobernación de Canarias. En la sesión de control, y en ausencia de Paulino Rivero, el diputado Miguel Cabrera Pérez-Camacho preguntó al vicepresidente por la estabilidad del acuerdo. “El estado de salud está bien”, respondió José Miguel Pérez (PSOE).

“La única incógnita por despejar es cuándo CC prescindirá de los servicios del PSOE”, espetó el diputado de la oposición. “Tengan por seguro que eso va a ocurrir”, enfatizó. “A estas alturas, ellos [los de CC] saben perfectamente que los socialistas no les son útiles para obtener dinero”. En su profesía, Cabrera se acogió a la doctrina Bramwell: “El secreto del éxito estriba en pasar desapercibido. Así hace el socialismo en el Gobierno canario, que pasa tan desapercibido que ni se le ve ni se le siente ni contesta teléfonos de concejales socialistas [de La Laguna]”.

Pérez recalcó que “ha habido lealtad y firmeza en la defensa de políticas que en nada se parecen a las de la derecha”. El secretario general del PSOE canario admitió que el pacto no es inmune: “Siempre hay algún agente patógneno que intenta inocular algún virus, con deslealtad directa o de forma indirecta, intentando hacer daño con pactos en otras administraciones. Si pretendía erosionar pacto de gobierno, han pinchado en hueso”. José Miguel Pérez estaba reconociendo implícitamente la existencia de maniobras “desestabilizadoras”, cuyo origen sitúa el PP en la propia CC.