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Los sindicatos de Canarias preparan un golpe de efecto

DOMINGO NEGRÍN MORENO | Santa Cruz de Tenerife

Acciones “contundentes” contra las políticas de empleo en Canarias. Eso es lo que prepara la plataforma sindical unitaria para los próximos días. Aunque, por razones estratégicas, el calendario se mantiene en secreto, este periódico ha podido saber que una de las medidas que han estado estudiando las más de 10 organizaciones consiste en la ocupación de oficinas del Servicio Canario de Empleo (SCE), con encierros simbólicos.

En el marco de las movilizaciones del día 16, USO ha convocado para este viernes en Santa Cruz de Tenerife una asamblea de delegados en la que intervendrán el histórico dirigente Manuel Zaguirre y el secretario general en Canarias, José Ramón Rodríguez. Zaguirre fue secretario general de este sindicato durante 25 años (hasta 2002) y desde 2001 es vicepresidente de la Confederación Mundial del Trabajo. En 2011 recibió de manos del ministro Valeriano Gómez la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo.

Bajo el lema Por una Europa más social y democrática, CC.OO., UGT y USO han impulsado una semana de manifestaciones o concentraciones en numerosas ciudades de España. “La incapacidad de la Unión Europea para tomar decisiones y disponer de políticas supranacionales orientadas a enfrentar la crisis económica y política por la que atraviesa Europa, especialmente los países del Sur, está provocando una sostenida respuesta social y laboral, y, lo que todavía es peor, una creciente desafección de la ciudadanía ante unas instituciones cada vez más alejadas de la realidad”. De esta manera comienza el manifiesto redactado con ocasión del 16-J. Las prioridades de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) son entre otras: un nuevo programa de recuperación, poner fin a los recortes en el gasto público, un modelo productivo que no se fundamente en una competitividad basada en bajos salarios y condiciones laborales precarias, inversiones para el crecimiento económico y una retribución de la riqueza.

Pese a este entusiasmo sindical, los últimos llamamientos a la ciudadanía isleña no han encontrado una respuesta masiva. Tanto es así que el desánimo cunde puertas adentro. De hecho, algunos dirigentes reconocen en privado que lo de la huelga general en el Archipiélago no es más que una “ocurrencia mediática”.