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El último ciclo de la vida – Por Víctor Corcoba Herrero

Sé que un mundo materialista y hedonista como el nuestro trata muchas veces de comerciar con vidas indefensas; pero, a pesar de esa falta de cariño y comprensión, de aislamiento y reclusión, siguiendo las directrices del refranero popular, en ocasiones es mejor estar solo que mal acompañado. Ciertamente, un buen pacto de convivencia con la soledad suele traer instantes de plenitud, que no solo nos transforman, sino que también nos transportan a un universo de excelentes abecedarios. Pienso que es una buena manera de huir del calvario de este mundo salvaje, al que venimos solos y solos nos vamos (o nos vemos) en tantos momentos. Por desgracia para todos, porque al final todos llegamos (o queremos llegar) a viejos, esta sociedad que desprecia a los ancianos, se desecha también ella misma, al desmembrarse de sus raíces. En cualquier caso, no se pueden cerrar los ojos a situaciones que requieren un cuidado especial. Indudablemente, la realidad es tan dura para algunas personas de avanzada edad, o de edad madura, que deberíamos replantearnos el escenario de la vejez en la sociedad de hoy, tan disgregada e interesada como violenta y mezquina. Al percibir la situación real de millares de seres humanos, próximos a nosotros, que no solo sufren abandono, también todo tipo de ofensas, debe disponernos a promover un cambio en sus vidas. El abuso y maltrato a las personas que se encuentran en el último ciclo de sus vidas es más frecuente de lo que puede parecernos, en parte porque es un tema bastante abandonado por todas las culturas, que suele estar ahí, desatendido, oculto para que pase inadvertido, y lo peor de todo es que al vivir en una sociedad profundamente deshumanizada, este problema social, lejos de decrecer, va en aumento. Sin duda, estas inhumanas actuaciones contra las personas mayores, tanto en el hogar como en las instituciones, deben erradicarse por completo. De nada sirve que, alarmados por esta cuestión, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclame el día mundial de su toma de conciencia (15 de junio) si luego el maltrato físico, financiero o emocional a las personas ancianas se sigue produciendo.