El diseñador Willy Jorge y su abogado a su llegada al Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife. | FRAN PALLERO
TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife
Una negativa y tres mensajes. Es el legado de su paso de ayer por el juzgado. No declaró al encontrarse enfermo, pero sí que manifestó sus mejores deseos para la principal víctima, que nunca pensó que ponía en peligro a nadie y que el Ayuntamiento le dio permiso.
Con cara de evidente malestar y acompañado de su prestigioso letrado, Ramón González de Mesa, así llegó en la mañana de ayer al Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife Guillermo Willy Jorge, el diseñador del Carnaval imputado como supuesto autor de un delito de imprudencia por el siniestro que causó graves quemaduras a Saida Prieto, la candidata a Reina Adulta de la gran fiesta capitalina patrocinada por Parque Bulevar y el Grupo de Comunicación DIARIO DE AVISOS.
Jorge se negó a realizar declaraciones a la prensa tanto a la entrada como a la salida del inmueble que en la avenida del Tres de Mayo da sede al Juzgado de Instrucción Número 1 de Santa Cruz de Tenerife.
Lo que no se sabía entonces es que esa parquedad en palabras por parte del diseñador se mantendría delante de la titular de dicho juzgado, haciendo así uso de su derecho a no hacerlo (una las prerrogativas con que cuenta un imputado, pero no un testigo) y además alegando sufrir enfermedad.
Ya delante de la magistrada, Jorge adujo estar bajo tratamiento por ansiedad y depresión, lo cual demostró con la entrega de dos informes médicos que ratifican tal circunstancia, para luego enviar sus tres mensajes: el primero fue su “deseo que Saida se recupere lo antes posible”; el segundo, que pidió “permiso al Ayuntamiento” para utilizar el artefacto en cuestión, y, también, que “nunca” pensó “que el fuego frío fuera a ocasionar lo que ocasionó”.
El hecho de que Jorge alegase ayer sus problemas de salud no le impedirá declarar otro día, que llegará cuando los demás lo hayan hecho. Dado que serán más de dos decenas las personas que lo harán en este caso, a buen seguro que hasta el próximo mes de septiembre no tendrá que volver el diseñador al juzgado.
Pero Willy Jorge ya prestó declaración en su día. Fue a las seis de la tarde del pasado 18 de febrero, y lo hizo en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía en la calle de Pérez de Ayala.
Según dijo entonces, cuando ya había subido a la plataforma con su candidata, advierte unas plumas sueltas que opta por recortar ante el temor de un traspiés, siendo entonces cuando “uno de los dispositivos pirotécnicos, el del cañón derecho, se activó solo, oyendo un grito de algunas personas, girándose y observando una llamita en el traje número siete, incendiándose inmediatamente”.
Cuando acudió a ayudar a los diseñadores de Saida a liberarla del traje es cuando sufrió quemaduras de segundo grado en su rostro y brazos, de los que consta parte médico en el juzgado.
En cuanto al artefacto, aseguró que nadie le alertó de que era peligroso (lo que no concuerda con las declaraciones del que envió a la tienda y el propietario de esta), aunque sí que le recordaron que requería permiso del Organismo Autónomo de Fiestas, que le fue concedido.
También cabe apuntar que reconoció ante la policía nacional que no leyó las etiquetas de seguridad del artefacto, que fue él quien lo instaló, que para ello cuenta con conocimiento de Formación Profesional 1 de Electricidad, y que desconoce por qué se disparó aunque -añade- si hubiera sido la candidata número 9 (la de Jorge) tendrían que haberse disparado las dos.
Igualmente de relevancia resulta su declaración sobre por qué salió al escenario la aspirante número 9, decisión que asegura que le fue ordenada por la dirección del espectáculo, y que recibió autorización para el uso del fuego frío tanto oralmente como por escrito.
Por último, recordar su frase a Teide Radio nada más ocurrir los hechos: “Ahí detrás casi matamos ahora a una persona”.