El equipo de los desayunos solidarios de Cruz Roja se encarga de hacer llegar los alimentos a más de un millar de niños en Tenerife. / DA
N. TORRES | Santa Cruz de Tenerife
Desayuno y almuerzo. Esas son las dos comidas que la mayoría de los niños del municipio de Santa Cruz de Tenerife con necesidades alimenticias recibirán a lo largo de los meses de verano. Al menos una comida diaria está garantizada a través del desayuno que el Ayuntamiento de Santa Cruz reparte a 653 niños en colaboración con Cruz Roja, muchos de los cuales también están entre los 576 que se han matriculado en los cursos de inmersión lingüística del Gobierno de Canarias y que se imparten en 10 colegios de la capital, lo que les asegura además una segunda comida diaria al estar adscritos al servicio de comedor. Así lo explicaba la concejal de Asuntos Sociales de Santa Cruz, Alicia Álvarez, quien recuerda que el programa de desayunos se aplica a personas que han manifestado una complicación económica “y esto coincide mucho con los niños a los que la consejería ya les daba el comedor de forma gratuita en el periodo escolar”. “Entonces -continua Álvarez- veremos que muchos de los niños que están en el proyecto de inmersión lingüística también son beneficiarios de los desayunos. Es una relación lógica porque son menores en una situación vulnerable”.
Desde el Ayuntamiento se insiste en que su compromiso es con los desayunos y que, aprovechando el Plan del Gobierno regional, se ha recomendado que se incluyan en él a todos los menores en riesgo de exclusión del municipio. Teniendo en cuenta que durante el curso escolar son unos 800 los que están becados para el comedor, hace que prácticamente la totalidad de los niños detectados por el Ayuntamiento vean atendidas sus necesidades alimenticias de una u otra forma.
REPARTO QUINCENAL
Álvarez señaló que este lunes se dio comienzo al reparto de los desayunos de forma quincenal tal y como ya había anunciado que ocurriría durante el verano. “Citamos a los padres y no a los niños en los colegios y lo hacemos en los mismos centros que abre la Consejería de Educación para impartir los cursos por una cuestión práctica”. En esta cita, que está organizada antes de que acabara el curso, los padres acuden a distintas horas y reciben una caja de alimentos para los próximos 15 días. “La entrega tiene la comida necesaria y variada para los desayunos que hay hasta la próxima cita y se dan tantas cajas como niños tenga la unidad familiar”.
También reconoce la concejal que, aunque se ha mantenido el número de niños, 653, no todos los padres están usando el servicio durante el verano e incluso, algunos de los que estaban citados estos días, no han acudido a la recogida de los alimentos. Álvarez quiso hacer hincapié en que los 653 menores detectados están bajo la vigilancia del Ayuntamiento así como de la propia Consejería de Educación que, como reconoció la edil, en algunos casos, ante la sugerencia del Consistorio, Educación contestó que ya los tenía contemplados.
Los 10 colegios de la capital elegidos por la consejería se distribuyen por los diferentes distritos de la capital con un número de usuarios cambiante. Los que más matriculados tienen son el Colegio Secundino Delgado (con 105), y el CEIP Veinticinco de Julio con casi un centenar.
El cúmulo de programas que se han puesto en marcha en este verano están llevando a algunas confusiones entre los vecinos, como por ejemplo que en los talleres de verano también se ofrezca algún apoyo alimenticio. Desde el Ayuntamiento se recuerda que el fin último de estas actividades estivales es la de conciliar la vida familiar y laboral y que las actividades organizadas por los distritos están siguiendo la rutina habitual. “Los talleres de verano tienen otro fin y es potestad de cada distrito si incluye algún tipo de comida en el desarrollo diario”, señala Alicia Álvarez.
En el caso de los talleres organizados por Salud-La Salle y los del Suroeste, a media mañana reciben un aperitivo, aunque como explica la responsable del primero, que también es la concejala de Asuntos Sociales: “En nuestro caso lo hemos decidido así porque los talleres son muy intensos y los chavales llegan a las dos de la tarde agotados así que se hace necesario mantenerlos bien de energía”.
En el caso del distrito de Anaga, cuyos talleres también comenzaron este lunes, no se incluye la comida. Álvarez insiste en que no deben confundirse los objetivos de unas y otras iniciativas: “Las necesidades alimenticias de los menores derivadas de los problemas económicos de los padres están cubiertas con el programa de desayunos al que se suma el plan del Gobierno de Canarias”.
“Los talleres -continúa Álvarez- están orientados para el disfrute de los más pequeños en general, con plazas para los niños en riesgo de exclusión, pero con el objetivo de que aprendan y se diviertan”.