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Chacón y el ‘marketing’ – Por Cayetano González

   

En febrero de 2012 -tras la derrota del PSOE tres meses antes en las elecciones generales- Carme Chacón se quedó a 22 votos de ser la nueva secretaria general de los socialistas. Le ganó casi en foto finish Alfredo Pérez Rubalcaba, a pesar de que la política socialista catalana contó con el importante apoyo de la federación andaluza del PSOE. Pero Rubalcaba es mucho Rubalcaba, y sumando un poco de aquí y otro poco de allí, consiguió una muy ajustada victoria y sustituir en la secretaría general a José Luis Rodríguez Zapatero.

Año y medio después de esa derrota, Chacón ha anunciado que deja su escaño en el Congreso, “pero no la política” ha aclarado, y se va a dar clases a Estados Unidos, concretamente a la Residencia del Miami Dade College, durante el curso académico de 2013-2014. Es decir, Chacón se aleja geográficamente de la vida política española y catalana en unos momentos convulsos y revueltos, sobre todo en su tierra natal, donde el desafío soberanista de Artur Mas en colaboración con ERC sigue quemando etapas. La próxima, la cadena humana a favor de la independencia que se llevará a cabo con motivo de la Diada del 11 de setiembre. Desde que empezó a tener cierta proyección pública -fue ministra de Vivienda y de Defensa en los Gobiernos de Zapatero- siempre he pensado que Carme Chacón es sobre todo y ante todo un producto del marketing político que también conoce y maneja su marido y un grupo de amigos de este, algunos de ellos relevantes periodistas o comunicadores. Pero del pensamiento político de la política catalana se sabe mas bien poco; sobre cuál es su posicionamiento de fondo, mas allá de las discrepancias públicas con el líder del PSC, ante la deriva pseudonacionalista de su partido, tampoco hay mucha bibliografía.

Tengo para mí, que en esta decisión de cruzar el charco e irse un año a Miami ha pesado sobre todo ese aspecto del marketing personal. Se quita de en medio, se vende que renuncia a su escaño en un acto de desapego al cargo público, se cuenta que va a enseñar y al mismo tiempo a formarse en el terreno del liderazgo político y dentro de un año, ya se verá. Casi todo perfecto, si no fuera porque su movimiento de ficha desprende un tufillo de estricto cálculo en clave personal: poner tierra por medio, o si se prefiere, dar un paso atrás para dentro de un año plantear la batalla por la secretaría general del PSOE en las anunciadas primarias, que todavía no tienen fecha y a las que sin duda concurrirán más de uno y más de dos candidatos.

En definitiva, Chacón se va a Miami pensando fundamentalmente en sí misma y en su futuro político. Está en su derecho, pero no parece que esa actitud sea la mas recomendable en alguien que aspira a liderar el PSOE.