LUIS F. FEBLES | Puerto de la Cruz
La dura realidad social no tiene excepciones en la Isla. El azote de la crisis ha provocado que la imagen de cientos de ciudadanos a la espera de alimentos en los Servicios Sociales municipales, ONG y parroquias, sea ya una estampa demasiado habitual.
El Norte de Tenerife no escapa a este panorama. Así, Cruz Roja alerta del crecimiento de la precariedad social en la comarca, en una tendencia que no amaina y que sigue agravando la situación de los grupos más vulnerables con unos porcentajes que no invitan al optimismo.
En el año 2012 la ONG atendió en los 14 municipios de la zona Norte a un total de 6.097 ciudadanos que requerían de servicios básicos, principalmente alimentos, con un incremento a escala regional del 44% en las atenciones en materia social. No obstante, dicha coyuntura no es exclusiva en esta zona de Tenerife, dado que la precariedad aumenta en toda Canarias.
El secretario provincial de Cruz Roja, Domingo Pérez Martín, explica a DIARIO DE AVISOS la dura realidad que viven miles de familias en el Norte: “Nuestra impresión es que la actual situación socioeconómica aún perdurará. Poco a poco mejorará, pero no volverá a ser igual. Costará mucho tiempo en volver a niveles de empleo como los de hace cuatro años, y esta cuestión es la clave. Se requerirá seguir haciendo muchos esfuerzos y ayudar a la integración socio-laboral de las personas. Es una labor de todos, pero la Administración Pública -sostiene Pérez-es la que tiene las competencias y la responsabilidad de gestionar todas las soluciones, desde Cruz Roja o por otra ONG”.
En cuanto a la labor de los Servicios Sociales de los ayuntamientos y si en ocasiones se deriva un número demasiado elevado de usuarios a las entidades sin ánimo de lucro, Pérez Martín lo tiene claro: “Estas áreas municipales normalmente están saturadas y con escasos recursos. Poco a poco se han adaptado a la nueva situación y están ayudando a muchas personas y familias”.
Sin embargo, el responsable de esta institución destaca “la excesiva burocracia” a la hora de ayudar a los demandantes. “Se requiere menos burocracia, y más cercanía con las personas, en definitiva, más agilidad”.
Entre tanta desesperanza, se implementa la atención gracias al refuerzo del programa de lucha contra la pobreza y la exclusión, destinado a atender a las personas con mayor necesidad, entre las cuales, “se encuentran nuevos perfiles que hasta hace poco se englobaban en contextos seguros”, apostilla.
Cruz Roja destaca el aumento de la solidaridad ciudadana, con cerca de 8.000 voluntarios activos que componen el núcleo de esta entidad en Canaria, además de 57.000 socios que apoyan los fines de la esta institución.