J. L. C. / DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife
Francisco Sánchez. / SERGIO MÉNDEZ
La reunión del Consejo Rector estará presidida por el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, y a la misma asistirán la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela, el director General de Investigación Científica y Técnica, Juan María Vázquez, el director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información, Juan Ruiz, la vicerrectora de Investigación y Transferencia de Conocimiento de la ULL, Catalina Ruiz, y la presidenta del Cabildo de La Palma, Guadalupe González Taño, así como el propio Francisco Sánchez.
Fundado en 1975, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) se ha convertido en una de las instituciones con mayor reconocimiento a nivel internacional. El centro de investigación, que cuenta con dos sedes y dos observatorios en un entorno de excelente calidad del cielo como Las Cañadas del Teide, constituye en su conjunto el Observatorio Norte Europeo (ENO). Por él pasan cada año más de 2.000 investigadores de todo el mundo. Esto lo ha situado a la vanguardia de la divulgación científica mundial, algo en lo que ha sido decisivo el papel de Francisco Sánchez, que fue el primero en explotar y desarrollar la calidad astronómica del Archipiélago, hasta convertirlo en uno de los lugares más importantes de observación del planeta.
Galardonado con numerosas distinciones y reconocimientos nacionales e internacionales, Francisco Sánchez se ha mostrado muy crítico en los últimos años con la política de recortes emprendida por las administraciones públicas. Estas, según él, han reducido en más del 40% sus aportaciones al IAC, lo que ha puesto “en peligro” muchos de los proyectos que está desarrollando la entidad.
De igual modo, Sánchez ha pedido en reiteradas ocasiones que “no corten las alas” a la ciencia española. “Es un sinsentido tener un bólido y tratarlo como a un 600”, señaló en una entrevista reciente el astrofísico toledado, quien insistió en que “si no hay puestos de trabajo en el sector, los mejores científicos del país acabarán por todo el mundo sin poder volver” y “si se les cierra la puerta España perderá un talento que le ha costado mucho formar y que puede ayudar a salir de la crisis”.