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Francisco Sánchez: “Los políticos no han sabido usar ni valorar el IAC”

   

Francisco Sánchez abraza a Rafael Rebolo FRAN Pallero

Francisco Sánchez (i) abraza a Rafael Rebolo en presencia del presidente canario, Paulino Rivero. / FRAN PALLERO

J.L.C. | Santa Cruz de Tenerife

Sincero, diáfano y crítico, como siempre. Francisco Sánchez se despidió del Instituto de Astrofísica de Canarias lamentando que la institución es un “producto marca España” pero los responsables políticos no hayan sabido valorar ni utilizar, “en parte por su inexistente cultura científica y operativa”, la institución como “producto marca España”.

Sánchez, que fue nombrado por el Consejo Rector director fundador “vitalicio y honorario del centro” en reconocimiento a su aportación a esta disciplina científica, dejó claro que el IAC ha estado “estigmatizado desde el origen” al ser “diferentes y con prestigio internacional consolidado”, por lo que “no es de extrañar que permanentemente se haya querido meter al instituto en cintura, engullirlo en algún organismo centralista para diluirlo”.

El fundador del IAC, que llegó a Canarias dos años después del eclipse total de Sol de 1959 para impulsar la observación astronómica, recordó además que el Archipiélago reúne la mayor concentración de telescopios del mundo, gestionados por más de 60 instituciones de veinte países, y sus científicos son “los más productivos de España”, pues generan, según Francisco Sánchez, cerca del 42% del total de publicaciones científicas del país.

Sin embargo, hay fracasos como el de no disponer de medios en estos momentos para atraer y retener a los mejores investigadores y tecnólogos y no haber conseguido que el gran telescopio E-Elt se instalase en Canarias.

También lamenta el que no se explote debidamente el éxito del Gran Telescopio Canarias ni se saquen todas sus posibilidades y que haya caído en una rígida gestión burocratizada “que va agarrotando el funcionamiento del IAC”, lo que hace imposible sacarle las ventajas de gestión económica y de personal que debe tener un consorcio público.

“Estos fracasos están relacionados casi directamente con decisiones políticas impuestas desde arriba. La mayoría de ellos, lo digo con gran tristeza, habrían sido evitables si nuestras autoridades se hubieran dedicado decididamente a ello”, afirma Francisco Sánchez.

A su juicio, el IAC es una herramienta afilada y un motor robusto al que no se le está sacando todo el provecho económico y social de sus capacidades. Si antes de la crisis ya llevaba una gestión de gastos austera, ahora se puede decir que los observatorios son reconocidos internacionalmente “como extraordinarios y además, low cost“.