X
ECONOMÍA >

¿‘Minijobs’ en España?

   

Minijobs España

DA

MARÍA FRESNO | Santa Cruz de Tenerife

Si aún no está familiarizado con el término minijobs es mejor que lo vaya haciendo porque dentro de muy poco formará parte de nuestro régimen laboral. Se trata de contratos de muy baja remuneración (de entre 400 y 450 euros al mes), un máximo de 15 horas de trabajo semanales y con costes laborales mínimos. Una fórmula de trabajo a tiempo parcial que ya usan más de siete millones de alemanes y que España empieza a mirar con buenos ojos.

Pero, ¿qué esconde el milagro económico alemán? Si bien este modelo, implantado en el país germano en tiempos de Gerhard Schröder, ha cumplido con su objetivo inicial: reducir las cifras del paro, paralelamente ha fomentado la precariedad y desigualdad salarial.

Justamente ahora que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recomendado a España reducir salarios, el Gobierno de Mariano Rajoy y la Confederación de Empresarios (CEOE) comienzan a ver atractiva una fórmula que, sin duda, adelgazará las cifras del paro.

“Cualquier fórmula es mejor que estar parado”, opinaba la patronal la pasada semana. Por ello anunciaron que, en septiembre, estudiarán con el Gobierno y los sindicatos modelos “alternativos y flexibles” para que “el desempleo empiece a bajar”. Un primer paso para la introducción de este modelo de contrato en España y en Canarias donde no está implantado legalmente.

En Alemania, el salario mínimo interprofesional no está regulado, por eso un sueldo, por horas, puede pagarse a 1 euro la hora, o incluso menos. A diferencia de lo que ocurre en España, unos 2,6 millones de alemanes tiene un segundo empleo y es aquí donde los minijobs juegan un papel fundamental, ya que se trata de contratos ideales para aquellas personas que solo quieren trabajar unas cuantas horas a la semana, para los jóvenes como introducción al mercado laboral o, incluso, como complemento al empleo tradicional. En este caso, los minijobs pueden resultar especialmente “atractivos”, señala el responsable de asuntos económicos de Comisiones Obreras, Carmelo Jorge.

7 millones de trabajadores alemanes tienen como principal fuente de ingresos el sueldo de un ‘minijob’

El problema, matizó, es que se utilice esta fórmula para “precarizar” el mercado laboral, que es lo que ha ocurrido en Alemania. En este país ya uno de cada cinco empleos es un minijob y para casi siete millones de alemanes su principal ingreso. De hecho, según la oficina de empleo alemana, en los últimos años el grupo de trabajadores con salarios más bajos se multiplicó por tres desde que se implantó este tipo de contrato. Esto demuestra lo que los sindicatos, en España, han dicho hasta la saciedad y es que este modelo reduce las cifras del paro, pero no consigue que la gente gaste más.

Los minijobs suelen ser empleos para los que no se requiere cualificación: limpiadoras, repartidores, friegaplatos… por lo que suele ser un tipo de trabajo ideal como complemento para que los jóvenes se paguen sus estudios o para incrementar los ingresos de las familias.

España alcanza los seis millones de parados. Solo Canarias tiene una tasa de desempleo que sobrepasa el 33%. La caja de las prestaciones comienza a vaciarse y, por ello, el Gobierno ha empezado a inspeccionar y retirar el subsidio a aquellas personas que defraudan. ¿Podemos permitirnos rechazar este tipo de contratos solo por el hecho de que la remuneración es baja?

Para la patronal, los minijobs no solo son perfectamente aplicables con seis millones de parados, con 1.000 también, ya que opinan que es un contrato flexible que permite un “ingreso extra” al trabajador y que puede abrir el mercado laboral español. En cambio, para los sindicatos, los minijobs solo sirven para “maquillar” las cifras del paro y no contribuyen a que aumente el gasto, “porque con 400 euros mensuales no se va a gastar más”, detalló Carmelo Jorge. “Lo único que se consigue con la bajada de los sueldos y este tipo de contratos”, prosiguió, “es lastrar el consumo y por consiguiente que la demanda interna se contraiga”.

TRABAJAMOS MENOS

Según un estudio de Adecco, líder mundial en el sector de los recursos humanos, la duración de la jornada laboral media en el conjunto de Europa para un empleado con contrato a tiempo completo fue, en el año 2012, de 40,4 horas por semana. Una cifra que en España fue de 40,2 horas, esto sitúa a nuestro país en el sexto lugar con respecto a otros como Reino Unido, Portugal o Rumanía.

El estudio de Adecco apunta a que esta diferencia no se debe a que en España, a pesar de la fama, seamos más vagos, sino que tenemos menos días laborables al año. Un trabajador medio en nuestro país tiene de media 225 días laborables, en Reino Unido la jornada laboral media de un empleado es de 237 días.

No es la primera vez que a España se la critica por tener “exceso” de vacaciones o, incluso, por ver restaurantes o locales de ocio cerrados en plena temporada turística. Lo cierto es que, en plena crisis, cerrar un local por vacaciones parece un lujo. Sin embargo, si España y Europa se compara con Estados Unidos, la cosa cambia. Recientemente, Barack Obama, el todopoderoso presidente de la primera potencia mundial, fue criticado duramente porque se cogió una semana de vacaciones. En cuatro años, Obama solo ha tenido 87 días de vacaciones. Sería interesante hacer el recuento de las vacaciones que han tenido los políticos españoles. En EE.UU. lo habitual es tener 10 días de vacaciones pagadas al año, una opción que solo disfrutan los empleados a tiempo completo.

Antes de la crisis, ser un mileurista era una opción. Hoy en día, más del 70% de la población de Canarias, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, cobra en torno a 1.000 euros al mes. Teniendo en cuenta que el salario medio del trabajador canario es de los más bajos del país (1.395 euros mensuales de media) habrá que analizar si, al final, los minijobs pueden ser una opción real de empleo.

Pedro Alfonso: “Deberían potenciarse legislativamente”

El secretario general de la Confederación Provincial de Empresarios de Santa Cruz de Tenerife (CEOE-Tenerife), Pedro Alfonso, lo tiene claro: “Son una respuesta del mercado que ajusta la contratación a tiempo parcial con la actividad empresarial coyuntural”. Para Alfonso este tipo de contratos son una “buena opción” que ayuda a la empresa y al trabajador, “ya que ambos podrán ir dando pasos para mantener la actividad y llevar ingresos a casa”.

En su opinión, esta es razón suficiente para su aplicación en España y, por consiguiente, en Canarias. “Deben potenciarse legislativamente para que, a través de los convenios de empresa y colectivos, se apliquen con más agilidad”.

El secretario general de la patronal tinerfeña resaltó que los llamados minijobs no solo son una “vía” para salir de la crisis, sino que son una “opción complementaria” a la “posibilidad de contratos fijos o eventuales”.

Alfonso explicó que este tipo de contratos deberían tenerse en cuenta aunque solo hubiera 1.000 parados, “porque cada vez serán más necesarios en las relaciones laborales”.

Carmelo Jorge: “No arreglan nada, solo maquillan las cifras del paro”

Siguiendo una línea completamente diferente a la de la patronal, el responsable de asuntos económicos de Comisiones Obreras (CC.OO.), Carmelo Jorge, indicó que la aplicación de este tipo de contratos “no van a arreglar nada, salvo maquillar las cifras del paro, ya que, a diferencia de Alemania cuya economía depende de la demanda externa, en España el 80% del PIB depende de la demanda interna”. “No nos oponemos por una simple rabieta, sino porque no va a dar resultado, ¿o cree que porque una persona tenga este contrato va a consumir más que antes?”.

No obstante, Jorge detalló que los minijobs, de forma alegal, ya se están aplicando en España desde la reforma laboral y explicó que “la idea original: minijobs para jóvenes o como complemento a otro tipo de contratos, no está mal. El problema es que se convierta en un contrato único, no en complemento de otro”, matizó el sindicalista.