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Viejos problemas para una nueva calle

   

La suciedad se ha incrementado con la obra, dicen los vecinos. Heces de perro, colillas de cigarros y latas se acumulan a los pies de las palmeras. / MOISÉS PÉREZ La suciedad se ha incrementado con la obra, dicen los vecinos. Heces de perro, colillas de cigarros y latas se acumulan a los pies de las palmeras. / MOISÉS PÉREZ La suciedad se ha incrementado con la obra, dicen los vecinos. Heces de perro, colillas de cigarros y latas se acumulan a los pies de las palmeras. / MOISÉS PÉREZ La suciedad se ha incrementado con la obra, dicen los vecinos. Heces de perro, colillas de cigarros y latas se acumulan a los pies de las palmeras. / MOISÉS PÉREZ La suciedad se ha incrementado con la obra, dicen los vecinos. Heces de perro, colillas de cigarros y latas se acumulan a los pies de las palmeras. / MOISÉS PÉREZ La suciedad se ha incrementado con la obra, dicen los vecinos. Heces de perro, colillas de cigarros y latas se acumulan a los pies de las palmeras. / MOISÉS PÉREZ
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La suciedad se ha incrementado con la obra, dicen los vecinos. Heces de perro, colillas de cigarros y latas se acumulan a los pies de las palmeras. / MOISÉS PÉREZ

GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz

Cuando todo parecía estar culminado y buscaban estrategias para volver a atraer clientes a la que fuera la principal vía comercial de Puerto de la Cruz, los comerciantes de la calle La Hoya, se enfrentan a los problemas generados por un proyecto “que se ha terminado pero mal” y que no deja de acarrearles consecuencias en las ventas.

Los vecinos dicen que la calle se ha convertido “en el lugar donde van a orinar los perros”

En esta ocasión, el Ayuntamiento ha detectado una serie de deficiencias “que no puede dejar pasar” y que deben solucionarse antes de recibir la obra por parte de Gestur, la empresa pública del Gobierno de Canarias responsable de su ejecución. El concejal de Urbanismo, Sebastián Ledesma (PP, explica que se debe a que parte del hormigón que se instaló “se raya con facilidad y por eso es necesario lijarlo y añadirle un producto específico y muy resistente, que incluso está fabricado fuera de aquí”.

Por otra parte, se comprobó que los báculos de las luminarias tienen diferentes tonalidades y se ha procedido a pintarlos nuevamente.

El concejal estima que en dos semanas se terminarán los trabajos. Sin embargo, comerciantes y vecinos no son tan optimistas. Entre otras cosas, porque más allá de los problemas detectados en estos días, sufren la falta de limpieza desde que se terminaron los trabajos. “La calle se ha convertido en el lugar donde vienen a orinar todos los perros”, comenta a este periódico el propietario de uno de los comercios. Al mismo tiempo señala los alcorques de las palmeras para mostrar cómo se llenan de colillas y basuras. Y aunque admite que ello se debe a un “comportamiento incívico” de muchos ciudadanos, considera que el Ayuntamiento tiene su responsabilidad en este problema. “No mandan operarios a que limpien, los contenedores están siempre llenos, no tiran un poco de agua para evitar que los peatones se queden pegados con la cochinilla y la mosca blanca que desprenden las palmeras”, prosigue.

Problemas con el hormigón y con el alumbrado público afectan nuevamente a los comerciantes

Una vecina añade que estos árboles se han convertido en una verdadera “pesadilla”, porque la mosca blanca “se cuela” en sus viviendas y se ven obligados a cerrar siempre las ventanas. El día 26 fueron avisados de que la empresa Servinjaca volverá a fumigar para acabar con ambas plagas, pero no saben “qué efecto tendrá el veneno ni cuanto durará”.

Pese a su nueva imagen, la calle sigue padeciendo viejos problemas, como la falta de luz y de presencia policial “que controle lo que pasa y evite que los coches circulen a alta velocidad. No hay luces de mercurio, porque no las han conectado y tampoco las del piso, sólo las de la obra”, se queja otra vecina.

El concejal de Urbanismo insiste en que el consistorio todavía no puede actuar en la calle porque no ha recibido la obra. Para los residentes y comerciantes de la vía eso no es una excusa. Entre otras cosas, sostiene uno de ellos, “porque para cobrarnos los impuestos, la basura, el IBI y advertirnos de una multa de hasta 3.000 euros por sacar los expositores a la calle, no ponen ningún reparo”.