Ayoze concede un respiro

El canterano marca el solitario gol de la primera victoria de la temporada. | SANTIAGO FERRERO

MARTÍN-TRAVIESO | santa Cruz de Tenerife

Más vale tarde que nunca. Por fin consiguió el CD Tenerife el primer triunfo de la temporada. Lo obtuvo a costa del farolillo rojo de la clasificación, el Real Madrid Castilla, y gracias al buen hacer del canterano Ayoze Pérez, el MVP del duelo. El hábil y rápido delantero logró cambiar la dinámica de su equipo. También del partido. Logró el gol que concede los tres primeros puntos de la campaña, demostrando que es válido para contar con más minutos. Solo hace falta ponerlo.

Solo valía ganar. Estaba prohibido tropezar ante el colista. Los jugadores lo sabían y el entrenador también, por lo que modificó el once inicial con el objetivo de encontrar el gol que en anteriores se le había negado a su equipo. Juntó en el ataque a Aridane y a Borja, mientras que Chechu, por la izquierda, y Suso, por la derecha, ocuparon las bandas. Las variaciones no quedaron ahí. También entró al partido como titular Iñigo Ros, quien debuta en Liga, y fue el acompañante de Ricardo en la medular.

El primer acto del encuentro resultó ser un cúmulo de despropósitos blanquiazules. Las variantes introducidas por el técnico no dieron resultado. El equipo se alargó en exceso y dejó de jugar con las líneas juntas.

Tras casi 20 minutos en los que apenas pasó nada, Chechu fue el primero en disparar con verdadera intención. Desvió su buen disparo el meta Pacheco. Dos minutos después, una combinación entre Suso y Borja acabó con un centro del madrileño que Aridane, de espuela, no pudo enviar entre los tres palos.

El colegiado anuló un golazo a Chechu Flores por fuera de juego de Aridane. / J.G.

El duelo se animó al paso del minuto 27. Suso centró y Chechu conectó una potente volea que se coló en la meta blanca. Un auténtico golazo de bellísima factura que solo sirvió para alegrar la vista de los más de 9.000 espectadores que acudieron a las gradas del Heliodoro, ya que el colegiado prohibió que subiera al marcador por posición antirreglamentaria de Aridane, quien en el momento del envío de Suso, estaba adelantado e hizo ademán de intervenir con la cabeza en la jugada. Instantes después, Lucas cayó en el área de Aragoneses al luchar por un rechace no blocado por el meta tinerfeñista tras disparar Burgui. Era la primera pena máxima que pedían los pupilos de Toril.

No obstante, esa no fue la acción más destacada del cuadro madrileño, que demostró ser mejor equipo que el Tenerife durante la primera mitad. En el minuto 35, Sobrino, a puerta vacía, envió el balón al larguero tras una buena jugada colectiva. Claramente, era la jugada llamada a convertirse en el 0-1. Para fortuna de los locales, su fue así. El último cuarto de hora de la primera parte fue de claro dominio madridista. Justamente aparecieron los pitos en el estadio en esos momentos. Solo reaccionó el conjunto de Cervera a falta de pocos minutos para el final (minuto 43). Fuerte disparo de Suso, que para el meta del Castilla, Pacheco.

Con esa acción pitó el descanso el colegiado, que fue despedido del terreno de juego con una pitada considerable. Enfadó a la afición chicharrera el trencilla Vicandi Garrido (comité vasco) por no amonestar a José Rodríguez cuando cazó por detrás a Carlos Ruiz y por anular el tanto que consiguió Chechu. Aún así, nada de eso ocultó el desencanto por ver, una vez más, a un Tenerife nefasto.

Ayoze Pérez y Suso fueron los jugadores más incisivos del conjunto tinerfeño. | J.G.

El revulsivo que hacía falta

Cervera se dio cuenta en el vestuario que su propuesta había fracasado en la primera parte. Había que cambiar algo y a alguien. Relevó a Borja, que llegó sin fuelle al final de la primera parte, por Ayoze. El canterano fue el revulsivo que necesitaba el equipo. En apenas unos minutos, demostró que se iba a convertir en el dolor de muelas de la defensa madridista.

Cumplido el minuto 50, Ayoze corre detrás de un balón largo emparejado con un defensa blanco. Interviene para cortar la acción el meta rival, que lo único que hace es estorbar a su compañero. Fue entonces cuando surgió la inteligencia del canterano, quien con su bota tocó lo justo el balón para adelantarlo. Luego tiró de velocidad para ganarle la partida al Pulido y así marcar a puerta vacía.

Estrenó su cuenta goleadora en la Liga Adelante y de paso le concedió un buen respiro al equipo. Pero pudo marcar más. A punto estuvo Ayoze de aprovechar una internada por el carril diestro y un buen pase al segundo palo de Suso. Minuto 55.

Toril movió el banquillo dando entrada a Jaime y a Cristian Benavente. El Castilla se fue arriba y dispuso de varias ocasiones para hacer el empate. Pero también las tuvo el Tenerife para aumentar su distancia en el marcador. Suso y nuevamente Ayoze dispusieron de las mejores, pero el marcador al final no se movió, para fortuna de los locales.

El tinerfeño Omar Mascarel regresó con el Castilla al Heliodoro. | J.G.