Tres activistas de la organización feminista Femen en toples irrumpieron en el Pleno del Congreso gritando desde la tribuna de invitados ‘Aborto es sagrado’. | DA
EUROPA PRESS | Madrid
Tres activistas de la organización feminista Femen, desnudas de cintura para arriba, han irrumpido el Pleno del Congreso gritando desde la tribuna de invitados Aborto es sagrado, lo que obligó a parar la sesión mientras el presidente de la Cámara, Jesús Posada, ordenaba su desalojo.
Cuando intervenÃa el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, las tres mujeres -dos francesas y una española, se despojaron de sus camisetas y comenzaron a gritar Aborto es sagrado, aunque el acento extranjero de alguna de las activistas dificultaba que su mensaje se entendiera claramente.
Posada, con cara de auténtico asombro, instó a ujieres y policÃas a desalojar la tribuna y, ante la resistencia de una de las activistas, que se agarró a una de las columnas que dan al hemiciclo, pidió templanza: “Procedan con cuidado”.
Más perplejidad que apoyos
Los diputados mostraban perplejidad desde sus escaños y de hecho apenas hubo escasos aplausos aislados mientras las tres mujeres seguÃan gritando a pecho descubierto, con la misma leyenda escrita en su torso desnudo.
A los funcionarios de la Cámara les costó varios minutos lograr que las mujeres abandonaran y se soltaran de la barandilla y las columnas de la tribuna de invitados, pero finalmente las desalojaron, sin que las activistas dejaran de gritar el mismo lema. Desde la bancada del Grupo Popular se oyó gritos de Fuera de aquà mientras algunos diputados de la izquierda aplaudÃan.
Las tres mujeres, entre las que figuraba la lÃder de Femen en España, la asturiana Lara Alcázar, fueron detenidas por alterar la sesión plenaria y llevadas a la comisarÃa del distrito madrileño de Moratalaz.
Con su lema Aborto es sagrado las activistas de Femen pretendÃan protestar por la anunciada reforma de la legislación del aborto que el Ministerio de Justicia piensa remitir este mes al Parlamento.
Protesta de Gallardón
El ministro de Justicia, cuando se reanudó la sesión, ha reprochado que algunos diputados de la oposición aplaudieran el acto reivindicativo.
Según ha dicho después en los pasillos del Congreso, esta protesta es “una manifestación de falta de respeto a la soberanÃa popular” y ha expresado su extrañeza porque se califique como “sagrado” algo como el aborto, que siempre es un drama para una mujer.
Sin embargo, la acción reivindicativa fue vista con buenos ojos por el diputado de Esquerra (ERC) Joan Tardá y por el portavoz de Izquierda Plural José Luis Centella, que en los pasillos del Congreso tachó de cÃnico que el Gobierno se queje de que se aplauda esta iniciativa cuando el Grupo Popular ha ovacionado “dramáticas” medidas de recorte para la población española. “No se pueden criminalizar protestas siempre que sean pacÃficas y que no atenten contra nadie, como en este caso”, ha dicho.