X
cd tenerife> la actualidad

Antiguos colegas, rivales en la actualidad

   

MARTÍN-TRAVIESO | Santa Cruz de Tenerife

Lorenzo Serra Ferrer ayuda a estirar a Álvaro Cervera. | DIARIO ÚLTIMA HORA

Lorenzo Serra Ferrer ayuda a estirar a Álvaro Cervera. | DIARIO ÚLTIMA HORA

Temporada 1989-1990. El RCD Mallorca ficha, por 25 millones de las antiguas pesetas, a Claudio Barragán, un delantero centro que había destacado en las dos campañas anteriores en el Elche marcando 18 goles. En el vestuario balear coincidiría con Álvaro Cervera, quien fue una de las referencias del RCD Mallorca entre 1987 y 1992, recordado por su enorme talento como extremo izquierdo. El próximo sábado en El Toralín volverán a verse las caras, uno siendo el entrenador de la SD Ponferradina y el otro del CD Tenerife. Antiguos compañeros, rivales este sábado.

Fueron dos cursos (89-90 y 90-91) los que compartieron vivencias. Hasta en 26 ocasiones jugaron juntos, siendo ambos futbolistas con clara vocación ofensiva. Sin embargo, no resultaron ser una pareja que le reportase a su equipo unos registros goleadores destacados. Apenas tres goles adornan las estadísticas y todos los anotó el hoy preparador del equipo del Bierzo (Oviedo 0-Mallorca 2 y Real Madrid 1-Mallorca 1, en la 89-90, y Mallorca 2-Logroñés O, en la posterior).

Eso sí, aquel modesto Mallorca, entrenado por Lorenzo Serra Ferrer, actual presidente de la entidad, fue el equipo revelación de la campaña 89-90. Acabó décimo y fue el menos goleado, con el mítico Ezaki Badou en la meta, con 34 tantos.

Aquellos campeonatos no fueron de mucho lustre para Cervera, pues solo logró un gol. Le marcó una terrible entrada de Vizcaíno en la 90-91, que le provocó una rotura de ligamentos. Solo jugó 13 partidos.

Se convirtieron en íntimos amigos
Cervera y Barragán se conocieron en el vestuario del Mallorca y trabaron una importante amistad. Los dos eran grandes futbolistas, de los mejores que tenía el plantel, dentro de un club modesto de Primera División. No obstante, sus grandes capacidades futbolísticas contrastaban con el carácter indomable de ambos. Sonados fueron las disputas que los dos tuvieron, especialmente Cervera, con el técnico Serra Ferrer, quien tuvo que acudir al veterano Parra, el entonces capitán, para que le ayudase a aplacar al joven genio nacido en Guinea Ecuatorial y a su amigo valenciano.