Así mejora el ajedrez a los niños de la Isla

Jóvenes ajedrecistas. / DA

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

“El ajedrez mejora las capacidades cognitivas, moldea la capacidad de afrontamiento y resolución de problemas e, incluso, influye en el desarrollo sociopersonal de los niños y adolescentes que lo practican”. Es el contundente resultado obtenido tras un exahustivo estudio realizado hace apenas dos años por especialistas de la Universidad de La Laguna (ULL) y en el que se compara la evolución de más de medio centenar de alumnos tinerfeños que practican como actividad extraescolar el también llamado “deporte-ciencia” con la de otros que optaron por el fútbol o el baloncesto.

El trabajo en cuestión se titula Los beneficios de la práctica del ajedrez en el enriquecimiento intelectual y socioafectivo en escolares, y es obra de Ramón Aciego, Lorena García y Moisés Betancort y es pionero en las Islas sobre este asunto.

La principal novedad de este trabajo con respecto a otros radica en que profundiza en la vertiente socioafectiva de los alumnos, en vez de centrarse exclusivamente en el aspecto cognitivo. Ya recoge el documento, “el ajedrez ayuda a desarrollar el pensamiento intelectivo, mejorando todas aquellas habilidades y capacidades que están relacionadas con la inteligencia”.

Pero, y ahí la novedad, los autores consideran que “la práctica regular y más o menos sistemática del ajedrez por niños, niñas y adolescentes -en este caso como actividad escolar complementaria- potencia, además de sus competencias cognitivas, las competencias socioafectivas, particularmente las más asociadas al ámbito escolar, y las de afrontamiento y resolución de problemas”. En resumen: el ajedrez también desarrolla la inteligencia emocional.

El estudio se ha realizado en ocho centros educativos de la Isla de Tenerife (cinco de Primaria y tres de Secundaria) que ofertan como actividad extraescolar, en jornada de tarde, la práctica del ajedrez. Las edades están comprendidas entre los 6 y 16 años. El grupo experimental lo conforman la totalidad de chicos y chicas de dichos centros que eligen como actividad extraescolar la práctica del ajedrez, sumando un total de 170 personas. Para poder comparar se eligieron al azar otros 60 alumnos, compañeros de los anteriores, que prefieren la práctica del baloncesto o del fútbol como actividad extraescolar.

Si bien en la tabla adjunta se pueden observar parte de los resultados al detalle -sobre todo los relacionados con esa vertiente socioafectiva-, son los propios autores quienes concluyen que “los resultados de la investigación acreditan al ajedrez como una valiosa herramienta educativa”.

“Tras un año de práctica regular de esta actividad -detalla el estudio- el alumnado logra mejorar su rendimiento en pruebas que demandan habilidades cognitivas de atención y resistencia a la distracción, organización perceptiva, rapidez, planeamiento y previsión. Son vistos por su profesorado con mayor ajuste personal, satisfacción ante el colegio y agrado hacia el estudio, y mejores estrategias para afrontar la resolución de problemas. Y se autoevalúan como personas con mejor adaptación escolar”.

Por último, los autores consideran “constatado que la elección de una actividad como el ajedrez, frente a otras más expansivas como lo pueden ser el fútbol o el baloncesto, marca un perfil diferencial de partida entre uno y otro alumnado, caracterizándose los primeros, principalmente, por gozar de una mejor adaptación con la escuela”.

Este trabajo de la ULL se suma a un ya largo muestrario sobre las bondades del ajedrez, reconocidas por instituciones como la Unesco y el Parlamento europeo, pero también por la Cámara autonómica canaria, que recomendó el año pasado su implantación en las aulas canarias.

El maestro y divulgador del ajedrez Leontxo García (que visitará Tenerife y La Palma la semana que viene) compendia los estudios publicados al señalar que: “El ajedrez desarrolla veinticinco cualidades: memoria, concentración, razonamiento lógico, pensamiento científico, autocrítica, responsabilidad personal, motivación, autoestima, planificación, previsión de consecuencias, capacidad de cálculo, imaginación, creatividad, paciencia, disciplina, tenacidad, atención a varias cosas a la vez, cálculo de riesgos, deportividad, sangre fría, cumplimiento de las reglas, respeto al adversario, visión espacial, combatividad y deseo de aprender”.

Hoy por hoy, en España hay más de 80 colegios donde el ajedrez es asignatura obligatoria (entre ellos, casi todos los de Menorca).

Por aquí, la provincia tinerfeña depende de la red formada por las escuelas municipales que patrocina CajaCanarias. Y en nuestras aulas, miles de niños esperan para beneficiarse de esta herramienta tan efectiva como barata. Falta hace.