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Asunta murió tras ser drogada con benzodiazepinas

   

EUROPA PRESS | Santiago de Compostela

Análisis toxicológicos realizados al cuerpo de la niña Asunta Basterra Porto, hallada muerta en una pista forestal del municipio coruñés de Teo, han revelado que la menor había ingerido una dosis alta de un fármaco del grupo de los ansiolíticos. Asimismo, el juez ha visto “clara” la participación de la madre de Asunta en el crimen y cree que estaba con ella cuando falleció.

En concreto, fuentes próximas a la investigación han confirmado que los análisis reflejan que la niña tenía 0,68 microgramos por mililitro de sangre de una sustancia del grupo de las benzodiazepinas que se correspondería con lorazepam, una dosis que se considera alta para una menor de 12 años.

El lorazepam es un fármaco perteneciente al grupo de las benzodiazepinas de alta potencia y como tal es ansiolítico, sedante, relajante muscular, anticonvulsionante y amnesiante. Según ha trascendido, la madre de Asunta se medicaba para crisis de ansiedad y estrés.

Sobre la participación de la madre, el magistrado José Antonio Vázquez Taín ve “clara” la participación de la madre de Asunta, Rosario Porto Ortega, en su muerte y cree que estaba con ella cuando se produjo su fallecimiento, según recoge el auto remitido a su defensa.

El documento judicial sostiene que, de las diligencias de investigación ya practicadas “se desprende” la supuesta participación de Rosario P. O. en los hechos que se le imputan (homicidio, posible asesinato).

Así, sostiene, en primer lugar, que, “a las horas que la menor sufre la ingesta forzada de fármacos -en alusión a la medicación que, según la investigación, se le habría dado para sedarla- “la imputada estaba con la menor”.

Además, argumenta el juez en cuestión que “a la hora que, presuntamente, se produjo el fallecimiento” y, “atendiendo al contenido gástrico”, según las pruebas forenses practicadas, “todo apunta a que estaba con la imputada”.

Múltiples contradicciones

En su auto, alude también a las “diferentes versiones ofrecidas” por la madre respecto a las horas en las que estuvo con su hija. En cuanto a los fines, asegura que “del mismo modo que groseramente ha cambiado su versión de si la niña fue o no a Montouto, podría intentar cambiar todas las explicaciones ofrecidas a sus incongruencias”, apostilla.

“En tal circunstancia, y dado que las testificales de amigos y allegados son importantes, la manipulación de pequeños matices podría ofrecerle una coartada”, cree Taín, para quien a esto se une “que todavía podrían existir indicios que pudiera destruir”.