EUROPA PRESS | Barcelona
La Audiencia de Barcelona ha condenado a 36 años y seis meses de cárcel a un hombre que, de julio a octubre de 2011, asaltó y agredió a cinco ancianas y mató a una de ellas, con el fin de robarles las joyas y el dinero que guardaban en el bolso.
Según la sentencia, Susan R., de nacionalidad rumana, siempre utilizaba el mismo ‘modus operandi’, ya que seguÃa y controlaba los movimientos de las mujeres y, cuando encontraba el momento adecuado, las arrollaba y las golpeaba hasta conseguir quitarles las joyas y el dinero.
Por eso, el alto tribunal catalán lo ha condenado por un delito de asesinato, cuatro de robos con violencia, uno en grado de tentativa, y dos delitos y dos faltas de lesiones, ya que “la abrumadora existencia de indicios diferentes y suficientemente acreditados” llevan a la conclusión que el acusado fue el autor de los cinco asaltos a ancianas.
A las 19.00 horas del 3 de julio, el condenado asaltó a la primera de sus vÃctimas -una anciana de 78 años- en el portal de su casa de la calle Nil i Fabra de Barcelona, donde se le acercó por detrás, le arrancó de un tirón el collar de oro que llevaba y la derribó al suelo “con un fuerte puñetazo”.
Lo mismo ocurrió unos quince dÃas después en la calle Pere SerafÃ, donde Susan R. dio un puñetazo en la cara a una mujer de 86 años, la tiró al suelo e intentó robarle el bolso, que no pudo conseguir, ya que la hija de la vÃctima lo vio, se interpuso y el ladrón huyó.
En el mes de octubre, el condenado atacó a dos mujeres más –de 88 y 84 años– a las que, utilizando la misma técnica, dejó inconscientes de un empujón, y robó una pulsera y una cadena de oro.
Finalmente, en el mediodÃa del 27 de octubre, el condenado derribó a una mujer de 85 años en la calle Banyoles con la intención de robarle el bolso, pero como ésta empezó a gritar pidiendo socorro, “continuó propinándole puñetazos en la cara” sin parar, hecho por el cual tres dÃas después la anciana murió.
ACABARON LAS AGRESIONES
La Audiencia considera que la totalidad de las pruebas evidencian bajo la “lógica y experiencia más elemental” que Susan R. fue el autor de las cinco agresiones, más cuando este tipo de ataques cesaron después de su detención.
Además, en las ruedas de reconocimiento algunas de las ancianas lo reconocieron, asà como la hija de una de ellas –que declaró como testigo en el juicio que se celebró el 17 de julio–, y que aseguró que lo recordaba “sin ningún género de dudas”.
También se encontraron en casa del condenado varias joyas de las que habÃan sido robadas, y establecimientos de compraventa de oro acreditaron que el ladrón habÃa ido allà a vender las joyas, ya que le habÃan pedido el DNI.