Los animales llevan varios días muertos en el lugar provocando un olor nauseabundo. / MOISÉS PÉREZ
GABRIELA GULESSERIAN | Puerto de la Cruz
Un olor nauseabundo ha obligado a muchos vecinos del barrio de San Antonio, en Puerto de la Cruz, a cerrar las ventanas de sus viviendas desde hace cinco días debido a las decenas de gallinas muertas que se hallan en la trasera de la calle Esquilón, que limita justo con el barranco San Felipe. “Al principio fueron unas pocas pero se han ido incrementando y se han añadido gallos, pollitos y algún gato”, indicó a este periódico uno de ellos.
Los afectados no saben exactamente qué es lo que ha ocurrido pero deducen que “alguien las ha envenenado porque les molesta el canto de los gallos por la mañana temprano”. Otros, en cambio, “les dan de comer y recogen los huevos”, añaden. Además, los vecinos han encontrado bolsas de veneno “que el o los supuestos envenenadores ni siquiera se han molestado en retirar del lugar”, manifiesta uno de ellos.
Un hedor “insoportable”
Aseguran que el hedor “es insoportable” y representa un grave problema de salubridad para los habitantes de la zona. Por esta razón, en dos ocasiones llamaron a la Policía Local y también al 1-1-2 para que tengan constancia de los hechos y tomen medidas. “Vinieron, recogieron nuestros datos y nos dijeron que no toquemos a los animales. Pero hasta el momento, nadie ha hecho nada”, comentan. De hecho, cuando empezaron a encontrar los animales muertos, y sin saber los riesgos que corrían, algunas personas “cogieron y los enterraron justamente para evitar los malos olores”.
Los vecinos confiesan estar impresionados, además, porque los ven morir. “Empiezan a dar vueltas y vueltas hasta que caen al suelo”. Este lunes fue la “gran masacre” porque es cuando mayor número de gallinas muertos contabilizaron. “Ya no queda ningún pollito, todos han fallecido”, sostiene una vecina.
Sin embargo, la concejal de Sanidad del Ayuntamiento de Puerto de la Cruz, Antonia Domínguez, desmiente que no se haya hecho nada, como dicen los vecinos. Así, asegura a este periódico que la semana pasada ya fueron retirados varios animales muertos del lugar y por lo tanto, los que han aparecido esta semana son otros nuevos.
Análisis del veterinario
Asimismo, detalla que ayer acudió a la zona un veterinario enviado por el grupo de gobierno (CC-PP) para tomar muestras de las aves y analizarlas al efecto de determinar qué es lo que realmente ha ocurrido. La edil espera que los resultados de los análisis, añade, estarán listos en los próximos días. No obstante, promete que hoy acudirá nuevamente el personal municipal para retirar los restos de animales que han aparecido en estos últimos días.
Por su parte, el concejal del grupo Socialista (PSC-PSOE) en la corporación local Guillermo Pastor se suma a la queja de los habitantes de este barrio portuense y solicita al grupo de gobierno que adopte medidas con la mayor celeridad posible, dado el riesgo que supone para la salud pública y porque todavía quedan muchas aves con vida.