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EE.UU. prueba su medicina – Por Gerardo Daniel Settecase

   

La actual crisis política estadounidense -probablemente cuasi solucionada a la hora de publicarse esta columna-, hace recordar la frase que los buenos dicen a los malos en las películas de Hollywood: “Probarás tu propia medicina”. Ello le ocurre al presidente Barack Obama y su sociedad, ante el accionar de lobbies que operan en su aparato legislativo, y a los cuales se sometieron otros presidentes estadounidenses haciendo probar la amarga medicina del garrote (desestabilización económica, golpes de Estado, magnicidios e invasiones) al país latinoamericano que no satisfacía sus condicionamientos. Y, bajo similares condicionamientos de esos lobbies, que hoy golpean a Obama pues su plan sanitario les impide acrecentar sus ganancias en seguros de salud privado, EE. UU. impuso en Latinoamérica la ley de la palmadita (cooperación) o el descripto garrote, sirviendo como ejemplo de esto último su participación en el golpe de Estado y magnicidio del chileno Salvador Allende tras nacionalizarse el cobre; y contra el argentino Arturo Illia cuando este intentara imponer fecha límite a las patentes medicinales. Ni Fidel Castro se libró de ello, tras impedir que Cuba continuara siendo garito y lugar de blanqueo de capitales de capomafiosos que sostenían campañas electorales demócratas y republicanas. Hoy, la estructura política que gobierna EE. UU. es prisionera de una corrupción que les sostiene desde las sombras disfrazada de defensores de intereses nacionales (los lobbies), poniéndole ambas al borde del default, con el riesgo de que en cualquier momento un dólar valga menos que una tapita de CocaCola, como ya hicieron con monedas de toda Latinoamérica cuando debían castigarles. Aunque Obama no sea el malo, y a que los demás lleguemos a sufrir efectos secundarios, quizás sea necesario que EE. UU. pruebe “su propia medicina” y saboree su amargor, por culpa de esa corrupta política interna que le domina desde las sombras.

gerardoctkc@gmail.com