“Empresas y empresarios son los que arreglarán la actual situación de crisis”

ROMÁN DELGADO | Santa Cruz de Tenerife
Fotos: JAVIER GANIVET

Jaime González-Abad fue concejal en el Ayuntamiento capitalino. | F. P.

Con 30 años y otros pocos más a sus espaldas, tras vivir de cerca la experiencia de la gestión local de lo público debido, en parte, a su pasada condición de concejal del Partido Popular en Santa Cruz, Jaime Hernández-Abad Amaral, tinerfeño de la capital y de La Laguna, como le gusta definirse, se ha metido de lleno en la actividad empresarial: como director de su propia firma de servicios y como presidente de los jóvenes empresarios de las Islas, de la Confederación Canaria de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (CCAJE). Es optimista, se le ve con fuerzas y acumula ganas y experiencia. Está llamado a mejorar el futuro, que es de lo que más se habla en esta entrevista.

-¿Qué lo llevó a ser empresario, a iniciar esta actividad muy joven y luego a presidir la CCAJE?
“Dicen que el cementerio está lleno de valientes, pero estoy convencido de que también lo está de cobardes. Yo he visto una oportunidad y me he lanzado a por ella. Me apetecía depender de mí mismo, y tengo los conocimientos y la actitud necesarios para emprender. Estoy convencido de que serán las empresas y los empresarios los que vayamos a arreglar la actual situación de crisis; somos los que creamos puestos de trabajo y los que generamos economía. Solo necesitamos que nos faciliten nuestra labor quienes toman las decisiones políticas. El pasado 17 de julio, los asociados de la Confederación Canaria de Asociaciones de Jóvenes Empresarios (CCAJE), por unanimidad, respaldaron la candidatura que yo encabezaba y la verdad es que les estoy muy agradecido. Yo venía desempeñando el cargo de vicepresidente y, como se suele decir, estaba en el lugar y en el momento adecuado. Tocaba un cambio en la Confederación y estaba allí. Todos me miraron, quizás porque conocen mi vocación de servicio público, y me tocó representarlos. Espero estar a la altura”.

-¿Para qué sirve pertenecer a la organización que usted preside? ¿Hay ventajas si se está dentro?
“La unión hace la fuerza, y estamos convencidos, por filosofía, de que necesitamos una voz fuerte y con representatividad regional para defender nuestros intereses y trasladar a los poderes públicos nuestras inquietudes y demandas. Los jóvenes empresarios de Canarias están hoy más presentes que nunca en los lugares donde se toman las decisiones que nos afectan. En estos dos meses ya hemos mantenido reuniones de trabajo con el presidente de la CEOE, con el Círculo de Empresarios del Sur de Tenerife, con la presidenta de la ZEC, con el alcalde de Santa Cruz, con los consejeros de Economía y Nuevas Tecnologías del Cabildo de Tenerife, con el grupo parlamentario Popular y con el consejero de Presidencia en el Gobierno de Canarias, entre otros. Además, los asociados podrán beneficiarse de los distintos convenios y acuerdos que estamos cerrando con empresas de publicidad, asesoría, entidades financieras…, así como de las sinergias entre los propios asociados, en torno a 100 a día de hoy. Abarcan prácticamente todos los sectores empresariales de las Islas. Además, intensificaremos la formación, la información y el asesoramiento a nuestros asociados”.

-Por cierto, ¿qué diferencias hay entre estar integrado en la CCAJE o en otra organización de empresarios similares? ¿Lo de contar con el apellido joven da algunas ventajas especiales a los asociados?
“Sin duda. Aportamos aire fresco, nuevas ideas y problemáticas distintas de los empresarios más veteranos. Sus problemas los conocemos porque también los padecemos. En la actualidad, la crisis económica ha hecho que el paro entre los más jóvenes sea una lacra difícil de soportar. El autoempleo se vislumbra como una alternativa viable para los miles de jóvenes que con buena formación y buenas ideas pueden labrarse un futuro apasionante. Ahí estaremos desde la CCAJE, para ayudarlos en todo lo que necesiten. Además, tenemos voz propia en la junta directiva de la CEOE, y esto también es importante. Nuestra voz, la de los jóvenes empresarios de Canarias, se oirá con más fuerza”.

-Por favor, detalle qué razones aconsejan hoy que los empresarios jóvenes estén sí o sí en la CCAJE.
“Lo comenté antes: la unión hace la fuerza. Es necesaria una única voz, fuerte y con respaldo, para hacer llegar nuestras demandas a los que al final toman las decisiones. Nuestra capacidad de influencia será cada vez mayor si conseguimos una confederación grande y representativa. En estos tiempos ir solos conduce a la melancolía y a encontrarte con barreras infranqueables. A día de hoy, tenemos las puertas abiertas en la Administración pública y en todo tipo de organizaciones, para así trasladar nuestras preocupaciones y nuestras propuestas. Ofrecemos servicios de asesoramiento, información de subvenciones y ayudas, tutorización de proyectos empresariales, formación, convenios con empresas y entidades para los asociados, así como sinergias entre más de cien empresas de todos los sectores que formamos parte de la CCAJE”.

González-Abad se ha metido de lleno en la actividad empresarial. | F. P.

-A diferencia de la patronal amiga CEOE, ¿qué demandas o peticiones básicas haría a las distintas administraciones públicas para despejar el camino al desarrollo empresarial de los más jóvenes en las Islas?
“Uno de los principales retos de quienes nos gobiernan debe ser el apoyo a los que quieren crear una empresa. Si además es un joven, la implicación y las facilidades tienen que ser mayores. Menos impuestos, menos burocracia, más incentivos fiscales y a la contratación y que fluya el crédito son nuestras principales demandas. No queremos limosnas ni vivir de subvenciones: solo que nos allanen el camino y que no nos pongan piedras en este. Valoramos la nueva Ley de Emprendedores, que es un paso necesario, así como las distintas iniciativas que están llevando a cabo otras instituciones, como los préstamos Enisa del Ministerio de Industria, los Jeremie del Gobierno de Canarias, que son fondos europeos, o el Plan de Acción por el Empleo de Tenerife, del Cabildo insular, pero aún todo esto no es suficiente”.

-¿Cuál es su opinión de la situación económica actual y cómo ve la salida de todo esto? ¿Qué propuestas haría para acabar con la crisis, para España y para Canarias?
“Sin duda estamos viviendo la peor crisis económica de los últimos decenios y la solución no es fácil. Si yo la tuviera, sería, además de presidente de la CCAJE, Premio Nobel de Economía. [Sonríe]. Lo que sí tengo claro es que, tras poner en orden las arcas públicas, bastante mermadas en los últimos años, ha llegado el momento de estimular el consumo interno; hay que empezar a bajar los impuestos. Según datos macroeconómicos que vamos conociendo, parece que ya hemos tocado fondo y que comienza el crecimiento. Yo, que soy optimista por naturaleza, confío en que así sea. La bolsa española sube, las exportaciones van mejor que nunca, el paro empieza a descender, los inversores extranjeros vuelven a confiar en España…”

-¿Qué valoración hace de los gobiernos canarios y español, e incluso del local de Santa Cruz y del insular de Tenerife?
“Para mí sería muy fácil criticar sus políticas, ya que a la vista están los resultados. Sin embargo, valoro el esfuerzo que desde todas las administraciones se está haciendo para salir de esta crisis. El Gobierno español, tras un periodo de ajustes y recortes obligados por la situación del país y por las recomendaciones de Europa, comienza a tomar decisiones adecuadas, como el anuncio de la bajada de impuestos, la reciente Ley de Emprendedores, la reforma laboral o el plan de pago a proveedores. Entiendo y comprendo las medidas adoptadas hasta la fecha. Primero había que poner en orden las cuentas públicas y atemperar el déficit; ahora hay que tomar medidas de estímulo económico que contribuyan al consumo y a la creación de empleo. En Canarias la tasa de desempleo se sitúa siete puntos por encima de la media nacional y esto acredita que las políticas activas de empleo del Gobierno de Canarias no están funcionando. Nuestra comunidad no puede soportar que haya más de 300.000 desempleados y que cada día cierren más empresas. Veo al Gobierno regional un poco despistado y más pendiente del enfrentamiento con el Ejecutivo de España. Deben priorizar el apoyo a los empresarios y emprendedores, y en su margen de maniobra, deben plantearse bajar el IGIC, así como el tramo autonómico del IRPF para nuevos empresarios. En cuanto al Gobierno insular, creo que va por buen camino. Sé que su prioridad es el empleo y se están tomando medidas muy interesantes. Confío en la labor que puede desarrollar el nuevo presidente. Le damos un margen de confianza. Los ayuntamientos deben potenciar las actividades que favorezcan al pequeño y mediano empresario, especialmente al comercio y la restauración. En esto creo que se están dando pasos en la buena dirección, tanto en La Laguna como en Santa Cruz, pero, sobre todo, lo que deben hacer es bajar las tasas e impuestos y eliminar tanta burocracia. Agilizar los permisos y licencias es esencial para el emprendedor que quiera montar su empresa en la ciudad”.

-¿Se escucha lo suficiente a los empresarios? ¿Y a los jóvenes?
“Creo que ahora sí. Estamos de moda, tanto los jóvenes como los empresarios. Si encima eres ambas cosas, te tienen más en cuenta. Aunque lo importante es que atiendan tus demandas y propuestas. Aún hay mucho por hacer”.

-¿La apuesta actual por el I+D+i es real y verdadera y tiene efectos bondadosos en la economía?
“Aún estamos por debajo de la media comunitaria, pero nos vamos acercando poco a poco. Estamos en torno al 1,3% del PIB, frente al 2% de la UE. En los últimos años la inversión pública en I+D+i se ha ido reduciendo, aunque, según mi información, en los presupuestos que elabora el Gobierno para 2014 esta partida se incrementará en torno al 6%. Esto es una buena noticia. Es fundamental”.

-¿Comparte las declaraciones polémicas de José Luis García, presidente de la Cámara de Comercio tinerfeña…?
“Seré muy claro: no creo en el despido libre y sin indemnización. Los trabajadores tienen sus derechos, que les han costado mucho alcanzarlos. Simplificar los modelos de contratos laborales sí es una cuestión prioritaria: ni 41 ni solo uno”.