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La falta de ayudas deja desasistidos a cerca de 1.700 ancianos en la Isla

   

En el centro Madre del Redentor de El Sauzal hay 36 camas inutilizadas por falta de recursos económicos. / DA

En el centro Madre del Redentor de El Sauzal hay 36 camas inutilizadas por falta de recursos económicos. / DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

La crisis continúa pasando factura a los más vulnerables. Uno de los colectivos más afectados es el de las personas mayores, especialmente aquellas que por distintos motivos están alojadas en algún centro especializado. Es el caso de los cerca de 1.700 ancianos de las 13 residencias de mayores gestionadas en Tenerife por la Asociación Lares Canarias (que agrupa a varias entidades religiosas y patronatos confesionales). Su presidente, Julián de Armas, que también es responsable de la federación nacional, volvió a denunciar ayer la “precaria situación” en la que se encuentran estas instalaciones tras los recortes en las ayudas que recibían por parte del Gobierno regional y los cabildos.

De Armas, como ya publicó este periódico el pasado mes de marzo, recordó que desde el año 2010 vienen padeciendo una “significativa reducción” en las aportaciones que recibían de las administraciones públicas, lo que, unido a la disminución del número de colaboradores y de las donaciones, ha provocado que muchos de los centros se encuentren “al borde del cierre”.

“Lo más agobiante para nosotros es la insuficiencia económica para seguir prestando el servicio que estamos prestando”, subrayó el responsable de Lares Canarias, quien reconoció que “la alternativa que tienen estos ancianos es muy poca, porque la mayoría solo posee pensiones no contributivas mínimas”.
En este sentido, el sacerdote canario, que durante diez años atendió la capellanía del Hospital Universitario de Canarias (HUC), aseguró que no solo está en entredicho la situación de los usuarios de las residencias, también el futuro de los 700 trabajadores que prestan sus servicios en ellas. “Si no nos conciertan más camas, no sabemos qué pasará, porque tampoco tenemos ya ningún tipo de subvención”, arguyó.

Como ejemplo, Julián de Armas relató que el Cabildo insular no les abona desde junio lo correspondiente a las más de 100 plazas concertadas con el Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS) en los centros Madre del Redentor de El Sauzal, Jesús de Nazaret de Icod de los Vinos y el Hogar Santa Rita del Puerto de la Cruz.

Mucho más flagrante es la situación de las residencias que poseen plazas concertadas con el Servicio Canario de la Salud, que no se pagan desde febrero. “Hay problemas graves de asistencia en algunas residencias; y otras van a plantear incluso expedientes de regulación de empleo”, reiteró Julián de Armas, que señaló al DIARIO que muchos de estos ancianos “no tienen alternativas”; además “nos están llegando peticiones de personas mayores que estaban en centros privados que han cerrado sus puertas”.

“Estamos haciendo el papel que debería hacer el Gobierno de Canarias”, espetó De Armas, que manifestó que “el coste real y objetivo de nuestras residencias es de unos 1.200 euros mensuales por interno”. Por ello, desde Lares Canarias piden apoyo humano, “voluntariado que nos ayude en la tarea”, y también “institucional”, para “poder continuar con nuestra tarea”. “La Administración pública debe reconocer el servicio que estamos prestando”, insistió el responsable de la Asociación Lares, que entre el 22 y el 24 de este mes organizará en la Isla unas jornadas a las que asistirán directores de residencias de mayores de toda España, al objeto de analizar la “viabilidad” de estas instalaciones. “Vamos a tener que plantearnos algunos pasos dramáticos, y a lo mejor no nos queda más remedio que poner a estas personas en la calle para que la Administración se haga cargo de ellas”, concluyó.