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Letanías – Por Fran Domínguez

El ministro Montoro regurgita un día sí y otro también la letanía monocorde auspiciada como casi un lema en su partido de que “España va a ir bien” y que 2014 será el año de la recuperación y de la creación de empleo, y que mandaremos a freír chuchangas la crisis, a tenor de la amalgama de sesudos datos e indicadores que pronostican un buenismo económico a corto plazo, como una especie de sanitario que inyecta optimismo e ilusión a un enfermo que parece crónico. Que se lo digan a la multitud de españolitos de a pie, que los únicos números que entienden de verdad y les importan son los de la cuenta corriente o los malditos días que llevan en paro. Negar la crisis fue un error de algunos, un ejercicio de miopía teñida de brotes verdes, pero proclamar con augurios a los cuatro vientos y con tanta ligereza la salida del agujero negro en el que estamos inmersos desde hace unos años, cuando muchos viven en sus propias carnes el cáncer del desempleo o el temor a perder su trabajo en este estado de bienestar capitidisminuido, me parece un ejercicio de cinismo impropio de gobernantes serios, además de una flagrante falta de respeto…

Otro ministro, de apellido Wert y de nombre José Ignacio, también es de los que se apuntan al carro de las letanías, pero interiores, en las que se reafirma en su cabezonería y en las que no escucha a la mayoría no precisamente silenciosa en su obcecada reforma de la enseñanza -y ya van…, algo triste para un país que se supone moderno, donde sus políticos no se ponen de acuerdo en un aspecto tan básico, necesario y primordial como es la educación, ni siquiera en un pacto de mínimos-…

Artur Mas continúa, cual tahúr, intentando sacarse cartas bajo de la manga y ahora dice que quiere enviar un mensaje en “clave soberanista” a la Unión Europea de la mano de una “candidatura de país” formada por “personas reconocidas y transversales” en Cataluña. Con ello quiere lograr la “complicidad” del Viejo Continente en sus reclamaciones. Mas, que sabe perfectamente y de sobra lo que piensa la Unión Europea de los procesos separatistas -los pilares básicos del gran ente continental se sustentan en la superación de los nacionalismos-, sigue insistiendo para ganar tiempo aun a costa de maquillar la verdad, y es que si te vas -cuestión totalmente legítima, siempre que se cumpla con la legalidad vigente-, quedas fuera, y si quieres entrar te marchas a la cola y a esperar el turno…
En fin, letanías todas que ahogan el grito del sentido común.