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“Los canarios aprecian lo que hacen los corredores”

   

ÁNGEL YUSTE | Santa Cruz de Tenerife
Foto: LETICIA DORTA

Nerea Martínez. | LETICIA DORTA

Nerea Martínez. | LETICIA DORTA

Nerea Martínez Urruzola (Pamplona, 1972, del equipo Salomon Running), lleva toda la vida dedicada al deporte. Durante años está considerada como una de las mejores en las carreras de ultra distancia. Con kilómetros y dureza se ve a Nerea en estado puro.

-¿El ultra fondo de montaña es un deporte para mujeres?
“La gente de fuera lo ve raro, en especial en esta disciplina dura y exigente. Entiendo que la base es más un problema cultural, de asociar deportes a sexo. Ahora bien, somos pocas pero las que estamos en el ultra fondo damos guerra. Personalmente creo que es complicado por otras cosas. Estás muchas horas entrenando y en ocasiones estás sola en el monte. Pero hay un dato constatable y es que cuanto más distancia en las carreras, más nos acercamos a los tiempos de los hombres. Somos tozudas”.

-¿En qué distancia se siente más cómoda?
“Cuanto más mejor, parece una constante en mi vida. Cuando hacía natación, tiraba a las más larga, 800 libres y 200 mariposa, siempre pedía más. Desde pequeña me encuentro más cómoda en el esfuerzo extremo debido a mis características físicas. La dureza existe en todas las carreras y distancia, pero me gusta el esfuerzo largo, la dosificación, el empleo de la mente y estas variables comienzan en las pruebas largas a partir de los 80 kilómetros”.

-Hace muchas carreras al año. Este año ya lleva diez ultras de las de quitarse el sombrero. ¿Cómo lo consigue?
“Hay mucha literatura y teoría sobre cuántas se deben hacer. Los médicos se echan las manos a la cabeza, los asfalteros hace dos como mucho y te llaman loca. Simplemente mi cuerpo lo acepta. Creo que hay variables en mi estructura muscular y tendinosa que me permiten recuperarme bien. Otro dato es mi pasado por los raid de aventura, pruebas de cuatro a diez días que me han fortalecido, pero la verdad no tengo la clave exacta del porqué de la recuperación rápida”.

-¿Ser osteópata le permite tener una visión más integral de la salud?
“No se trata de correr por correr. La alimentación es importante, es nuestra gasolina y la que va a reparar nuestra estructura muscular, en especial para recuperar y estar en condiciones en la siguiente. Mi objetivo es envejecer haciendo lo que me gusta, poder llegar a los 60 años y seguir disfrutando de la montaña. Ahora bien, no se trata de llevar una vida de asceta, en el equilibrio está el secreto. La edad es una losa que está ahí. Tengo presente que tarde o temprano iré disminuyendo mi rendimiento, pero si puedo conseguir que sea más tarde, mejor que mejor. Escucho mucho a mi cuerpo y modifico planes según su estado, huyo de entrenamientos cuadriculados”.

-¿Qué consejos daría para una pronta recuperación de una ultra?
“Varía de una ultra a otra. Unas parece que no he hecho nada y llego para seguir entrenando con regularidad. No obstante, normalmente suelo aprovechar la semana siguiente para entrenar con bicicleta unos cinco días sin correr”.

-¿Cómo se puede llegar a ser una buena corredora de ultra fondo?
“Estamos viviendo un boom de las carreras de montaña, pero a veces observo que se saltan pasos. No es bueno eludir pruebas intermedias e ir de forma lógica aumentando la distancia, si no se respeta esa máxima, pienso que puede pasar factura. Año a año, tu cuerpo se va haciendo duro, adaptando tu estructura muscular y organismo interno. Es más, intentar sin más correr una ultra sin base, conduce a que algunos acaben asqueados. Años, constancia e ilusión. Se va aprendiendo constantemente”.

-¿Cuánto de cabeza en una ultra?
“Es difícil de medir y dar un porcentaje. Lo primero como no haya una base física sólida, luego la mente es la que va a hacer que llegues a meta, he visto cómo después de cien kilómetros y pocos metros muchas veces se tira la toalla, para mí es fundamental a partir de la mitad de carrera”.

-¿Tipo de entrenamientos?, Siempre se habla de dos escuelas, los que priman calidad y son cercanos al mundo del atletismo y los del volumen donde no importa tanto las series y la velocidad.
“Obviamante ahora estoy en la segunda escuela, pero también me he hartado de hacer series, y están ahí, incluso me sorprendo de responder todavía y poder aumentar el ritmo. Ahora busco más el lado lúdico, el disfrutar, salir al monte y empaparme de naturaleza, independientemente que haya días que me esfuerzo. Me siento muy a gusto en la Sierra de Madrid, con un grupo con el que entreno, los ‘Bandoleros de Guadarrama”.

-Para correr, ¿música o a pelo?
“Yo personalmente no utilizo música. Me gusta escuchar los sonidos que ofrece la naturaleza y la música me evade de lo que estoy viviendo”.

-De Canarias, ¿que destaca?
“Es increíble la afición, hay carreras de montaña todos los fines de semana. El canario valora al corredor, siento que se aprecia lo que hacemos, la mayoría conoce nuestra trayectoria y aunque yo no corro por la fama, te sientes valorada y eso es gratificante y te lo transmiten con naturalidad y cariño. Me encantan los paisajes volcánicos. No es un terreno en el que a veces me desenvuelva bien, pero me encanta, es diferente al frío y terrenos muy embarrados en los que me desenvuelvo mejor”.

-¿Próximos retos y con qué prueba se queda de las realizadas?
“Este año ya he terminado la temporada, pero quizás me animo y corro el Desafío de Cantabria. De pruebas me quedo con el Tor de Geants y sus 330 kilómetros, la prueba más exigente que he corrido, cuatro días gestionando tus fuerzas. Llegó un momento que te olvidas que estás compitiendo era una guerra contra ti misma y no me inquietaba la rival, disfruté”.