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Pedro Pascual: “En verano es normal ver tiburones junto a las costas canarias”

   

avistamiento de ayer en la playa de Troya

Fotografía de un tiburón avistado en una playa del Sur de Tenerife. | DA

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

“Es normal ver tiburones junto a las costas de Canarias cuando llega el verano. Siempre ha pasado. Pero la gente tiene que saber que no hay constancia de ataque mortal a un ser humano por parte de un escualo en este Archipiélago en décadas y décadas”. Con esa rotundidad habla el especialista del Centro Oceanográfico de Canarias, Pedro Pascual, autor junto a su compañero Alfredo Brito del único catálogo de los tiburones de las Islas, publicado allá por 2002. Pascual resta así importancia al nuevo avistamiento de un tiburón, acaecido ayer frente a Las Américas y que provocó el cierre temporal de una de sus playas, tal y como ya pasó en la misma zona a finales de agosto, o a primeros de ese mes en varios puntos del litoral grancanario.

El especialista nos explica que es en verano, y tal y como vienen haciendo desde hace millones de años, cuando los tiburones que van a ser madres vienen a tener a sus crías junto a la costa canaria. “A veces también se trata de esas crías que, algo desorientadas, les cuesta dirigirse al fin hacia el océano”.

Para Pedro Pascual, cuando se produce un avistamiento de las características del de ayer, resulta acertado sacar a la gente del agua hasta observar qué tipo de tiburón es y cómo se encuentra, pero al respecto deja un dato muy esclarecedor: “Si el tiburón llegase con intención de atacar a un ser humano, tenga por seguro que la persona no lo ve llegar. Ahora bien, si ven a un tiburón nadando despacio cerca de la costa lo más seguro es que ese animal se encuentre enfermo”.

El de la pesca submarina

En cuanto a posibles ataques, el experto detalla: “Desde 1986 no tengo noticia de ni uno solo en las Islas a un bañista. Solo me consta a los que practican pesca submarina”. A este respecto, recuerda “un caso en el sur de Tenerife donde el tiburón atacó al pescador por la zona de su cuerpo donde había atado sus capturas. Finalmente, el pescador resultó arañado, pero no mordido, lo que confirma aún más su testimonio sobre el suceso”.

Eso sí, Pascual se muestra rotundo a la hora de desmentir a quienes sostienen, sin fundamento, que estos avistamientos de tiburones en Canarias se producen por efecto del cambio climático. “En Canarias hay tiburones mucho antes de que apareciera el ser humano, y en los últimos años las temperaturas de las aguas en las Islas no han sufrido una variación suficiente como para producir semejante cambio de costumbres. Sencillamente, no tiene nada que ver”, concluyó.

Una ‘novedad’ del periodo estival que se repite todos los años

El avistamiento de ayer en la playa de Troya, en Playa de Las Américas, de un pequeño escualo a unos cuatro metros de la costa se lleva repitiendo todo el verano. A final de agosto hubo otro en el mismo lugar (en la imagen), y por las mismas fechas se habla de una aleta en El Médano. También hubo otro en Punta del Hidalgo, y también en Gran Canaria. Pero es que a primeros de mes hubo otro más en Fañabé, y unos días después en la costa de Buenavista del Norte… ¿Plaga? ¿Coincidencia? ¿Cambio climático? Nada de eso. Sencillamente, que hay más gente mirando al mar y medios más ágiles para compartir novedades…

Lo que debe saber

Todo un experto como Pedro Pascual refresca a los lectores de DIARIO DE AVISOS unas cuantas verdades sobre los tiburones visibles en aguas de Canarias.

La especie está aquí desde el principio. Como demuestran los recientes hallazgos de fósiles, los tiburones escogieron Canarias desde que las Islas surgieron del océano, hace unos 15 millones de años.

Hay unas 50 variedades en las Islas. De ahí que sea normal su avistamiento, sobre todo en verano, época de cría. Entre las más comunes se encuentran las tintoreras, los cazones, los tiburones-martillo y los janequines.

El único ‘ataque’ registrado a un bañista. Fue en Gran Canaria hace años. Pero fue en defensa propia: la mujer pisó a un angelote, que se revolvió. Quedó en susto.

Si ataca no lo vemos llegar. Si nada despacio cerca de la costa, significa que está enfermo.