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La reforma duplica las multas de tráfico por alcoholemia y drogas

   

EUROPA PRESS | Madrid

El Consejo de Ministros aprobó ayer y ha remitido al Congreso el proyecto por el que se reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, que incluye novedades como la elevación de las multas de alcoholemia y drogas (de 500 a 1.000 euros), la obligación de que los menores lleven casco en ciudad cuando monten en bicicleta y la prohibición del uso de detectores de radar.

La reforma también abre la puerta a elevar el límite de velocidad a 130 km/h en algunos tramos de autopista, al introducir en el cuadro de sanciones por excesos de velocidad este nuevo límite, aunque este aspecto no se materializará hasta que se lleve a cabo otra reforma, la del Reglamento General de Circulación, que el Gobierno prevé aprobar para primavera.

Tal como explicó la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, el Gobierno ha pedido la consulta del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad y la Asociación para el estudio de la lesión medular espinal (Aesleme).

El proyecto de ley inicia ahora su tramitación parlamentaria. La intención es que la reforma entre en vigor para principios de 2014, según señaló en verano el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.

Otras de las novedades de la reforma es la regulación de los controles de drogas. La prueba será mediante saliva como medio habitual y la de contraste será un análisis de sangre, con sanciones de 1.000 euros. Además, los peatones que cometan infracciones también deberán someterse a estos controles. La actual regulación permite hacer este tipo de controles a los peatones únicamente cuando son víctimas o participan en la producción de un siniestro.

Por otro lado, la reforma prohibirá el uso de detectores de radar, con una sanción de 200 euros y detracción de 3 puntos del permiso. Actualmente se permiten los detectores de radar, lo que estaba prohibido era los inhibidores de radar. La diferencia entre ambos es que los segundos interfieren con la señal del radar para que este no detecte la velocidad a la que se conduce.

No obstante, probablemente la reforma que más polémica ha causado, y que se incluye en el proyecto de ley, es la obligación de que los ciclistas utilicen casco en vías urbanas -en estos momentos es solo obligatorio en carretera-, lo que ha causado el rechazo de asociaciones y de ayuntamientos. El anteproyecto incluye la obligatoriedad del uso del casco en ciudad “en cualquier caso para los menores de 18 años”.