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Rosa Vidal: “El amor irrumpe igual a los 40 que a los 15”

   

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Rosa Vidal con dos favorecedores vestidos de la tienda Lakra Shop. | FRAN PALLERO


VERÓNICA MARTÍN | Santa Cruz de Tenerife

Hablar de amor es algo que a todos nos gusta. Todos hemos vivido una gran historia de amor. Todos hemos llorado un desamor. Y todos sabemos teorizar sobre la vida amorosa de los demás y escondernos de nuestras propias realidades. Rosa Vidal adora hablar de amor pero, además, esta comunicadora alicantina lo ha convertido en su profesión a través de un singular programa de radio donde tres noches a la semana se habla de eso: de amor. El programa es Siempre nos quedará París con Rosa Vidal que se emite los lunes, martes y miércoles de 23.00 a 01.00 horas en Onda Siete.

Para esta sesión de fotos se hizo acompañar de su gran amor: Enrique Guillermo, quien hizo alguna de las fotografías junto a nuestro compañero Fran Pallero. Además, se vistió con dos favorecedores vestidos de la tienda Lakra Shop que se encuentra en la calle Suárez Guerra 23. Su página de Facebook/lakra.shop es muy activa y desde allí comunican a su clientela todas las novedades que traen cada semana. La maquilladora y estilista Yurena Cazorla contribuyó a este resultado donde se refleja a una Rosa resplandeciente.

-¿Llegó a la isla por amor?

“Soy alicantina, llegué a Tenerife hace 17 años por un amor y me he quedado aquí porque me enamoró la isla, la forma de vida y la gente”.

-Su gran pasión es la comunicación radiofónica, ¿cuándo empezó este idilio?

“Siempre he trabajado en emisoras de radio, aunque también he tocado otros medios como la prensa. Me considero una locutora de radio y he compaginado esto con el mundo publicitario donde he sido también locutora como modelo. En realidad, iba a decantarme por el mundo de la medicina pero un día fui a visitar a una amiga que trabajaba en una emisora de radio y cuando el director me escuchó salió de su despacho y me dijo que yo había nacido para esto por el color de mi voz…”.

-En un momento le cambió la vida…

“Este hombre era un loco de la comunicación, me escuchó y sobre la marcha me hizo una prueba y me contrató. Estuve seis años en esa radio donde toqué todos los registros… Ya en Tenerife pasé por distintas emisoras hasta que hace un par de años, tras la crisis de las licencias, decidí sacar de mi cajón la idea de hacer Siempre nos quedará París…”.

-Esa frase es muy significativa pero, en realidad, se corresponde con un amor inconcluso… un desamor, ¿por qué la usó como lema?

Siempre nos quedara París es una frase con una gran intensidad que, depende del contexto donde se aplique, nos puede servir mucho. El protagonista de Casablanca es capaz de renunciar a su amor y dice eso de Siempre nos quedará París como forma de rescatar ese amor aunque no se pueda continuar. Sustituyo París por lo que cada uno quiera incorporar en cualquier aspecto profesional o personal porque en la vida siempre tienes la posibilidad de alcanzar tus proyectos”.

-El amor ha sido abordado desde la perspectiva artística gran cantidad de ocasiones, pero no ha sido, en absoluto, un asunto para la reflexión periodística, ¿cómo lo aborda?

“Más del 90% de las canciones son de amor. Mientras gestaba el programa constaté que todo estaba inundado de amor, en las redes sociales estaba presente como un hilo invisible y, además, descubrí que la palabra más buscada en Google es amor. El amor está presente en todo lo del día a día y me di cuenta de que hay millones de personas que necesitan que se les hable de sentimientos”.

-Estaba claro que la temática era de interés general… ¿cuál ha sido la acogida en estos más de cien programas?

“Un éxito. El programa arranca en una franja de noche no muy explotada y en Canarias no existía ningún programa radiofónico que tuviese esas características. Me he reunido de un equipo de profesionales de altura como periodistas, psicólogos, coachs, sexólogos… además, París tiene la ventaja de que se emite por Internet y se conectan personas de todas las partes del mundo. Ya no solo ocho o nueve locos que cada noche nos reunimos a hablar de amor, son miles de lucecitas en todo el mundo escuchándonos. Y lo más bonito es que da igual condición económica, profesión o clase social pues todo el mundo tiene amor y todos perseguimos el amor en mayúsculas. El programa se apoya mucho en nuestra página de Facebook donde los oyentes nos hablan de conseguir sueños”.

-Después de tanta teoría e historias se termina convirtiendo en una experta, ¿qué ha aprendido?

“Te ven como un referente y el público te termina contando sus historias de amor, cuando voy a cualquier sitio. La gente está necesitada de cruzarse con personas inspiradoras que le digan que si han fracasado con el amor no pasa nada porque las alas vuelven a crecer. Hay que volver a creer en el amor siempre. Hemos descubierto que todo el mundo necesita ese amor, incluso personas que ves con un perfil profesional muy fuerte, nos han comunicado que nos escuchan y que nos siguen”.

-Pero… después de todo esto, ¿no nos dirá que existe el amor eterno?

“No. Eso no, pero tengo claro que las mujeres tenemos una visión muy distinta del amor que los hombres. Nosotras tendemos a idealizarlo más; y el hombre es más práctico y sencillo y suele ser menos complicado en su día a día. Las mujeres tenemos una mente más maquiavélica y decimos una cosa pero queremos otra… todo ello es la verdadera riqueza del amor…”.

-Pero, ¿cree que es distinto el sentimiento entre hombres y mujeres?

“No, al final terminamos sintiendo igual”.

-Y con respecto a las edades… uno con el tiempo termina dándose cuenta de que se enamora igual o peor a los 40 que a los 15. ¿Está de acuerdo?

“Sí, muchos nos cuentan que a los 40 es igual que a los 15… ese amor que te entra en vena y no sabes cómo te ves sentado sobre una calabaza, como la canción de Serrat. El amor no tiene un momento para aparecer en tu vida. Llega cuando menos te lo esperas, irrumpe y te descoloca… De hecho, en todas las reuniones de amigos o incluso profesionales terminamos hablando del amor y de nuestras relaciones sentimentales”.

-¿Ya han cumplido los 100 programas? ¿Cómo lo celebraron?

“En el programa número cien tuve como objetivo que se nos reconocieran las caras y, por ello, hicimos un streaming de vídeo y fue muy bonito porque se nos pudo ver desde más de 10 países del mundo en directo desde el Iberostar Grand Hotel Mencey que nos acogió para esta ocasión”.

-En esto del amor está también esa parte tan negativa del sufrimiento. ¿Tras todas estas horas de radio el poso que se le queda es más optimista que pesimista?

“Siempre más optimista. Siempre hay que luchar por lo que uno quiere y todos, en definitiva, buscamos la felicidad que es lo único que nos lleva a ser mejores en nuestra vida…”.

-¿Nos han hecho mucho daño las películas idealizadas de final de beso romántico?

“Sí. Los guionistas buscan un final feliz y en la vida nunca es así. Rara es la persona que no ha tenido un fracaso emocional. La vida no es de color de rosa ni todos los amores son de cuento de hadas…”.

-¿Atesora muchas historias?

“Nos han pasado cosas preciosas como un un matrimonio que nos llamó para decirnos que escucharon el programa y que tenían los papeles del divorcio en la mesa y que, por nosotros, decidieron darse una oportunidad. Otro invitado vino una noche a contarnos su experiencia vital y una oyente le gustó tanto que lo llamó y quedaron para conocerse. Ahora son pareja. También hay historias como el de un cantante que nos contó cómo se había quedado enganchado con una chica con la que había roto hacía dos años. La llamó en directo y ella le dijo que estaba con otra persona pero él nos dio las gracias porque le habíamos dado el empuje que le permitía cerrar esa puerta”.

-Sin embargo, sus oyentes pudieron vivir su propia historia de amor en directo… una muy romántica y especial.

“Sí, durante la primera etapa, mi pareja, Enrique Guillermo -que es cámara de televisión y fotógrafo- vivía en Qatar donde trabajaba para una cadena de allí. Hacía la producción del programa en la distancia. Yo siempre decía, ‘Buenas noches, son las once en Canarias; una hora más en la Península y tres más en Qatar’. De esa manera vivíamos nuestra historia de amor en antena… un día entró en directo para leerme su declaración de amor mientras me entregaban un ramo de rosas”.

-¿Cazador cazado?

“No fue preparado porque ni el mejor plan de marketing de la mejor agencia hubiera logrado algo así. Con París vivimos y consolidamos nuestra propia historia de amor”.

-¿Intentó vivir en Qatar?

“Sí, pero no fue posible. Fui 11 días pero me di cuenta de que no podía vivir en un país donde no podíamos ni ir de mano por la calle. Una de las cosas que aprendí es qué afortunadas somos las mujeres occidentales de poder exteriorizar nuestros sentimientos porque hay países donde está penado. Ante esto, Enrique decidió regresar y dejar ese trabajo”.

-¡Eso sí es amor en estos momentos de crisis especialmente en este sector!

“Bueno, lo que demuestra es que cuando una pareja está está unida todo lo encara de otra manera. Las cosas se llevan mucho mejor si tienes ese apoyo. Disfrutas de las cosas como tomarte una copa de vino o un paseo con esa persona, si ya no puedes viajar o hacer otras cosas… no importa”.