Imagen aérea pocos días después de la erupción del 11 de octubre de 2011, con el barco ‘Ramón Margalef’, del IEO, recogiendo muestras. / DA
NORBERTO CHIJEB | Santa Cruz de Tenerife
La erupción que mantuvo en vilo a los diez mil habitantes de El Hierro, y que acaparó las miradas de científicos de todo el mundo, sucedió en La Restinga hace dos años, el 10 de octubre de 2011, después de una sucesión de sismos que se inició en julio de aquel año y que terminó por desalojar a pequeño pueblo de pescadores al sur de la Isla y cortar comunicaciones como el túnel de Los Roquillos, en La Frontera, por desprendimientos.
Hoy, dos años después, la fauna marina se recupera en la zona y aunque la Isla sigue temblando, la incertidumbre se ha alejado de los herreños.
Tras algún sobresalto, que ha llevado a la Isla a sufrir en dos años veinte mil temblores -los mayores alcanzaron 4.9 en la escala de Richter-, el volcán terminó por apagarse y hoy su cono se mantiene a 88 metros de profundidad, según los últimos estudios realizados por el Instituto Oceanográfico de Canarias.
El volcán submarino liberó un total de 329 millones de metros cúbicos de materiales volcánicos, según publicaron en la revista Geologyinvestigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y de la Universidad de Barcelona.
Estos investigadores calcularon el volumen total de material expulsado por el volcán, que equivale a más de 120.000 piscinas olímpicas, gracias a las batimetrías de los fondos marinos realizadas a bordo del barco científico Ramón Margalef. El cono final del volcán consta de al menos cuatro orificios, en una suerte de ristra de orificios característica de este tipo de erupciones.
Según el responsable de la investigación, Jesús Rivera, del IEO, el volumen de materiales expulsados en aquella semana fue “muy modesto”, a pesar de la espectacularidad de la expulsión de los piroclastos (llamados restingolitas). “Para construir una isla como El Hierro, se precisarían unas 9.000 erupciones similares a esta, espaciadas unos 125 años cada una”, explica el responsable de las primeras campañas del Ramón Margalef en el Mar de las Calmas.
María José Blanco
Directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias
“La sismicidad en el centro de la Isla no está controlada, pero sí vigilada”
à “La situación nunca puede estar controlada, pero sí vigilada”, comentó María José Blanco, directora en Canarias del IGN.
Blanco recuerda que desde que comenzó la sismicidad en julio de 2011 que causó la erupción en octubre esa actividad se mantiene en el centro de la Isla a una profundidad entre 10 y 14 kilómetros “persistente, pero de baja magnitud, acompañada de otras anomalías, pero sentidas escasamente por la población”.
Para la científica, hacer un pronóstico de lo que puede suceder en fechas próximas es “muy arriesgado”, porque “es la primera vez que mantenemos un sistema de vigilancia operativo constante”, a la vez que recordó que “la erupción ha servido para que la población se enfrente mejor a un fenómeno similar al que dio origen a la creación de las Canarias”.
Alberto Brito
Catedrático de Biología Marina de la Universidad de La Laguna
“La recuperación ha sido muy rápida, excepto en los corales negros”
“La recuperación ha sido más rápida de lo previsto”, manifestó el biólogo Alberto Brito sobre los efectos del volcán sobre la fauna marina de la reserva del Mar de las Calmas.
Brito reconoce que tiene estudios muy recientes, pero los últimos “reflejan una franca recuperación, más rápida de lo que nosotros esperábamos, aunque hablamos aún de especies pequeñas, por la reciente colonización, aunque desde marzo ya se está pescando en la zona”.
La única especie seriamente dañada por la erupción volcánica de hace dos años han sido los corales negros porque “crecen despacito y tuvieron una afección tremenda”, indica Brito que recuerda que la reserva marina tardó diez años en llegar a su madurez, por lo que aún “habrá que esperar al menos 4 o 5 años para volver a verla igual”.
Alpidio Armas, durante una rueda de prensa. / DA
“La situación, desde luego, es hoy mucho mejor que hace dos años, pero remontamos muy poco a poco. No es fácil revertir la idea de peligro en la mente de los turistas, entre otras razones porque no tenemos los instrumentos, que por ejemplo tiene La Gomera, con más tradición turística, para seguir atrayendo turismo después del incendio”, declaró el presidente Alpidio Arma. “Para nosotros -prosiguió- el turismo es básico y ahora la situación en este sector sigue siendo de una gran penuria económica”.
Alpidio Armas, sin embargo, reconoce que los vaivenes en los transportes ha hecho más daño a la economía de la Isla que la propia erupción volcánica, explicando que “esa incertidumbre con los horarios de los barcos, por ejemplo, nos ha perjudicado mucho, tanto que ahora mismo es imposible sacar un billete con mucha antelación. Esperamos que con la puesta en marcha, aproximadamente dentro de un mes de la Obligación de Servicio Público (OSP) a la que ha accedido la Naviera Armas, garanticemos frecuencias y horarios”.
Previsiones que ya se están haciendo para el Open Fotosub a celebrar del 22 al 26 de octubre en La Restinga, un gran acontecimiento en fotografía submarina que deja sus buenos dividendos en la Isla, aunque Armas señala que “el turismo de buceo es importante, pero hay que ampliarlo a otras bellezas naturales que tiene la Isla para ayudar a mantener el sector primario y servicios”.