No voy a emplear los términos escatológicos con los que se ha bautizado a la futura estación de bombeo de aguas residuales que va a ser la puerta de entrada sur a la ciudad de Santa Cruz de La Palma, pero lo cierto es que la tartaleta prevista para esa rotonda es todo un homenaje al mal gusto. Tampoco hay que ser tremendistas, cosas peores hemos visto, aunque lo peor es que gota sobre gota al final vamos a romper la piedra. Es una pena que un proyecto tan importante para la ciudad como es la creación de la playa se vea dañado por esta edificación, que también supondrá un elemento que perjudique estéticamente a la futura plaza del Siglo XXI, que estaba llamada a ser uno de los principales ejes urbanos de la ciudad.
Desde el Ayuntamiento sostienen que técnicamente es inviable otra alternativa y la Autoridad Portuaria es inflexible a la hora de ofrecer una alternativa dentro de su suelo, tal y como han propuesto los comerciantes del Casco Histórico o el artista Alberto Cabrera. Lo cierto es que, pese a quien le pese, da la sensación de que con la premura de las inversiones y la necesidad de terminar la obra de la playa no hay tiempo para cambiar de planes. Santa Cruz de La Palma ha tenido mala suerte con esa zona. Cabe recordar la famosa escultura que regaló la Caja General de Ahorros a la ciudad cuando se fusionó con la insular, que tiempo después tuvo que ser desmantelado aquel despropósito.
Siendo realistas, y a no ser que se consiga por parte de las administraciones un milagro de última hora que libre al frente de la ciudad de esta espantosa figura, que pongo muy en duda que algo asà ocurra, al menos serÃa importante que tuviera un carácter provisional, con el compromiso, con fecha y firmado, de que en un tiempo se pudiera retirar a otro lugar donde el impacto sea menor. La obra de la playa no se puede detener, no solo porque perderÃa la inversión, sino porque a los propios comerciantes y vecinos de la ciudad les interesa que termine cuanto antes. Han sido años complejos para Santa Cruz de La Palma, por el impacto que ha causado en la ciudad esta obra, por eso es necesario que cuanto antes el centro adquiera la fisonomÃa que vuelva a darle el impulso que necesita de cara al futuro. De ahà que una medida provisional, con el compromiso inquebrantable de las administraciones, es la única salida constructiva que veo para aceptar, de momento, este adefesio.