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... Y NO ES BROMA>

Que el cine siga de fiesta – Por Conrado Flores

   

La llamada Fiesta del Cine organizada durante la semana pasada -una iniciativa que situó el precio de la entrada en un tercio de su valor- consiguió multiplicar por seis los beneficios de los más de 300 cines que se sumaron a ella. La realidad es que, con las entradas a tres euros, el número de espectadores se multiplicó por seis respecto a la semana anterior.
¿Entonces deberían los cines bajar los precios? Muchos creen que no porque dicen que la gente ya no acude a los cines, aunque lo que ha quedado demostrado es que la gente ya no acude a los cines a ocho euros. Y si la gente ya no acude a los cines a ocho euros, ¿es la mejor solución mantener la entrada a ese precio?
Hace poco planteé a un grupo de adolescentes si consideraban caras las entradas del cine. Casi todos respondieron que les gustaba el cine pero también añadieron que no podían pagarse la entrada. Porque vamos a ser serios, entre entradas, cotufas y unos refrescos, dos adolescentes que van una tarde al cine se gastan casi 30 euros, una cantidad prohibitiva para una población mayoritariamente en crisis. Y si después quieren cenar una hamburguesa y un batido, meten a sus asfixiados padres en un lío de cine.
Y no se crean, los adultos que amamos el séptimo arte y tenemos la suerte de no tener el bolsillo tan pelado como el de un quinceañero, también consideramos que la entrada es demasiado cara. Y cuando algo es considerado caro, aunque sea bueno, te duele pagarlo y cada vez más.
Lamentablemente, al menos aquí en Tenerife no hay muchas iniciativas que te reconcilien con las salas de cine. La Fiesta del Cine fue una de ellas. Es posible que los exhibidores no hayan caído en la cuenta de que en la tele de toda la vida ya se están emitiendo películas en alta definición y sonido multicanal. Acompañadas de un bol de cotufas de microondas y de unas cervezas en la calidez del hogar, resulta no ser tan mala alternativa para una noche de fin de semana.
Comprar cedés de música en las tiendas también era muy caro, casi 20 euros la unidad. Cuando Apple abrió iTunes y se puso a vender canciones a 99 céntimos muchos listos dijeron que estaban locos, que para qué iba la gente a pagar por contenidos que podían piratear gratis y que la iniciativa acabaría en un rotundo fracaso. Muy al contrario, el año pasado iTunes generó beneficios por casi 2.500 millones de dólares. ¿Quizás tendrá algo que ver el precio?